Destino

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1992 Uruguay




Maia era una chica de 12 años, su mamá la tuvo a su misma edad, su papá decidió no hacerse cargo y se largó dejándola a su suerte, la mamá de Maia se alejó de toda su familia incluido de su mamá, quien la apoyo durante todo el embarazo.

Maia era solo una carga para su mamá, ella no le dio ninguna importancia, decidió gastar el poco dinero que tenían en drogas y alcohol, Maia con suerte comía una vez al día.

      










Maia

Ahorré por varios meses para poder irme de este lugar, cada vez que mí "mamá"(si es que se le puede llamar asi a alguien que ni mantenerme puede) me daba algo de plata para comer, yo la guardaba. Si se preguntan a dónde me voy a ir, claramente a Buenos Aires, ahí está mí abuela, maria, o eso es lo poco que me dijo mí mamá además de que vivía en un barrio que le decían "fuerte apache" o algo así, ya me saque el pasaje en el bus y no me pregunten cómo voy a viajar sola, siendo menor de edad y sin el permiso de mí mamá porque ni yo se, a mí mamá no le importa lo que haga con mí vida así que mucho problema no se iba a hacer.

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1992 Buenos Aires

Baje del taxi con mis dos valijas, respire profundo y empece a caminar hacia la entrada.

Hace unos 10 minutos que estaba caminando y podía sentir las miradas de los demás, con cada paso que daba me sentía perseguida, ya sabía que en cualquier momento me hacían algo, se estaba haciendo tarde el sol se estaba por meter, y no tenía ni idea donde quedaba la casa de mí abuela. De la nada un viejo se me atravesó y hizo que frenará el paso

-que hace acá una piba tan linda como vo' aca- dice mientras me mira de arriba a abajo -me llamo Maia y estoy buscando la- el empezó a caminar hacia mí mientras yo retrocedia -te doy die' peso' si me la chupa'- dijo mientras se agarraba su bulto.

-que?, no ni en pedo, salga de acá viejo de pervertido- el me agarró del brazo y de acerco

-e', que hace' Cachucha, deja de molestar a la piba, y raja ante' de que te meta una piña- un chico más alto que yo y con el pelo Castaño salió de las sombras y empezó a amenazar al viejo -dale, dale, andate- dijo mientras le daba patadas. El viejo salió como pudo antes de que le pegue otra vez.

El me miró y se dio la vuelta para irse -ESPERA- freno el paso y se dirigió hacia mí -que quere'- dijo de mala gana -¿sabes dónde queda la casa de María González?-

-Maria González... Ahh si, ¿para que la buscas?- me miraba con desconfianza -es mí abuela, y la estoy buscando, acabo de llegar de Uruguay porque- el puso su dedo en mí boca -shh, no te pedí que me cuentes toda tu historia- dijo indicando que me callé -bueno dale, te llevo solo porque Maria me cae bien y ya va a ser tarde- dijo mientras comenzaba caminar.

-me llamo Maia, y vos?- pregunté tratando de romper el silencio -queti- respondió frunciendo las cejas -queti?-

-que te importa- soltó una risa nasal -ja, que sos...payaso?, me vas a decir tu nombre o no?-

-ehhh, no, mejor cállate un rato y seguí caminando-

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Algo más; Danilo Sánchez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora