Capitulo 1

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Seokjin veía cómo Baekhyun perdía la cabeza. La pareja del Alfa tenía un brillo en los ojos. Cada vez que se veía así, todo el mundo pagaba el precio.

—¿Qué quieres decir con que nosotros saldremos sin ser vistos?— Seokjin rodó los ojos ante la traviesa expresión de Baekhyun.

—Justo lo que dije. Vamos. Solo es un poco de diversión. —Baekhyun juntó sus manos y las frotó, una gran sonrisa cruzó su cara.

—No quiero que Namjoon se enoje. Eso me haría ganar otro sermón. —Seokjin se encogió de hombros. Un sermón de su potencial pareja era peor que ir al dentista. Namjoon podía continuar y continuar por horas. Seokjin había aprendido a dejar de prestar atención a eso, pero aun así no quería tener que estar sentado y atravesar por eso.

—Vamos. Vive un poco. —La pareja del Alfa trató la técnica del puchero. Seokjin había visto al grande y malo Alfa sucumbir a esa expresión. Bueno, él no era Chanyeol.

—¿Qué acerca de los enemigos y los secuestros? He oído acerca de los peligros. —Seokjin paseaba por la biblioteca y se jaló la barra en su labio inferior, recordando al lobo psicótico que los había cazado y que quería secuestrar a la pareja del Alfa y del Comandante hace dos meses. Aun temblaba al pensar en cómo él había matado al lobo solo para saber después que el lobo aun vivía y ahora, era custodiado por la manada del Este. Seokjin no quería pasar por nada como eso de nuevo. Él pudo haber defendido a las parejas con valor pero por dentro se moría de miedo.

—No soy un imprudente. Dos de los centinelas irán con nosotros. —Seokjin sonrió. Baekhyun estaba rogando igual que un niño que trata de convencer a su mamá de quedarse más tiempo sin irse a dormir. Él había pasado más tiempo encerrado en su habitación ahora que cuando crecía. Seokjin se frotó las sienes, podía oír el sermón de Namjoon .

—De cualquier manera, ¿A dónde quieres ir?— Seokjin sintió un estremecimiento recorrer su columna con la traviesa risa de Baekhyun.

—A una tienda de tatuajes. Pensé que sería un gran regalo para nuestras parejas, sus nombres tatuados en nuestros pechos. —Baekhyun movía sus muñecas como si no fueran gran problema—. A ellos les encantará. Te lo prometo.

—¿Tatuajes? ¿Qué con Seokmin? Sabes que él tiene ese pequeño problema con las agujas. —Seokjin se había sentido terrible por el chico que era la pareja del Centinela Soon Young. Seokmin era un ex adicto, usaba agujas. Las marcas de las cicatrices recorrían su brazo, él hacía su mejor esfuerzo para esconderlas usando camisas de manga larga.

Seokjin había atacado verbalmente a Seokmin, burlándose por su adicción, cuando recién llegó a la propiedad. Él había atacado a todo el mundo. Pero ahora estaba preocupado de que Seokmin estuviera cerca de agujas. ¿Qué si es un disparador o algo así? No quería ser responsable de eso. El chico había estado limpio por mucho tiempo hasta ahora y Soon Young los mataría si Seokmin recaía.

—Nosotros cinco estaremos ahí. Él será vigilado de cerca. Los Centinelas no dejarán que nada suceda —Baekhyun rogaba con la mirada.

Seokjin soltó el aliento. Quería hacer las cosas bien con las parejas. Él había llegado aquí con un gran chip en su hombro, insultando a todo el mundo. Aún tenía problemas que resolver. Ser abusado por su padre podría volver a cualquiera un lunático, y él quería olvidarlo. Las parejas y Namjoon le ayudaron mucho a recorrer el proceso de curación pero aún tenía un largo camino por delante.

—Bien, pero si me gano un sermón por esto, bueno, pensaré en algo diabólico. —Seokjin no podía creer que hubiera aceptado. ¿Un tatuaje? Quizás eso podría hacer que Namjoon viera que él estaba en serio acerca de ser su pareja. Había cumplido dieciocho hace un mes y Namjoon aún no lo reclamaba. Estaba comenzando a sentirse rechazado.

Manada Park #6Donde viven las historias. Descúbrelo ahora