Capitulo 5

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La lengua de Namjoon jugaba con la barra en el labio de Seokjin con Seokjin sentado a horcajadas en su regazo en una de las sillas de la cocina.

—¿Seguro que te gustan los piercing?— Seokjin preguntó mientras empujaba su labio más cerca de la exploración de Namjoon.

—Estoy seguro. Es más sexy que el infierno. —Namjoon tomó la barra entre sus dientes y gruñó. Quería lamer y chupar cada maldito punto perforado en su pareja.

Seokjin se rió. —En ese caso, quiero hacerme un príncipe Alberto.

—¿En serio?— las cejas de Namjoon se elevaron—. No sé si pueda manejar el que alguien tenga tu pene en sus manos. —Mordió el labio de Seokjin.

—Ellos son profesionales. Por favor. —Seokjin le dio una mirada de cachorrito, con el labio inferior hacia fuera.

Namjoon se rió mientras pasaba sus manos por los costados de Seokjin. Aliviado de que toda la espera para que su pareja fuera mayor de edad y toda la preocupación de que su pareja no estuviera mentalmente listo, hubieran finalmente terminado. Seokjin se estremeció cuando Namjoon pasó su mano por la parte de atrás de su cuello.

—Déjame pensarlo. —Namjoon empujó su ingle contra la de su pareja. Su pene estaba más duro que una roca, rogando por desgarrar la mezclilla y tomar lo que ahora era libre de tener.

—Oh, Dios —Seokjin gimió.

—Consigan un cuarto. No sexo en la cocina. —Kangin se reía graciosamente mientras se dirigía al refrigerador.

—¿Por qué no le dices a mi pareja lo que te tatuaste?— Seokjin preguntó sobre su hombro.

—No dice —Kangin dijo francamente y salió con un jugo en la mano.

—¿Él tiene un tatuaje?— Namjoon se preguntó qué nombre se habría tatuado el jovencito en el pecho.

—Si, pero nadie sabe cuál es. No nos deja verlo.

Namjoon frunció el ceño, no le gustaba la idea de no saber el nombre de la pareja de Kangin. Si era uno de los lobos de aquí, ¿por qué no lo habían reclamado? Eso no tenía sentido.

Seokjin colocó los brazos sobre los hombros de Namjoon y le dio la más sexy mirada que pudo mostrar. —Entonces, ¿puedo?

—¿Puedes qué, bebé?— Namjoon se había perdido en sus pensamientos.

—¿Tener otro piercing?— Seokjin movió sus cejas.

—Persistente el pequeño diablillo, ¿verdad?— Una débil sonrisa se formó en los labios de Namjoon mientras se ponía de pie con su pareja en los brazos.

Leeteuk tomó una cerveza de la barra mientras veía a las parejas bailar con los controles. La destapó y vio a Eunhyuk gritar su victoria. Leeteuk sonrió.

Kangin subió a una de las sillas altas y palmeó el mostrador. Leeteuk tomó un refresco de naranja, le agregó cubos de hielo a un vaso, inclinó la botella y la vertió en el vaso. Deslizó el vaso y frotó sus dedos en el dorso de la mano de Kangin.

Kangin lo vio fijamente, entonces sonrió.

Seokjin entró al cuarto y se cambió a unos pantalones de algodón y una gran camiseta. Tomó una almohada y bajó las escaleras. Saltó al sofá en el estudio y se sentó al lado de Minseok.

Minseok colocó sus brazos alrededor de su pequeño hermano cuando la película comenzó.

—¿Esto realmente asusta?— le murmuró a Minseok.

Manada Park #6Donde viven las historias. Descúbrelo ahora