🖤Capítulo 18🖤

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"Momentos"

Natalie

Ésta semana ha sido un poco caótica, aún no hemos podido hacer hablar al hombre que capturamos, que nos disparo, el que acabo con la vida de mi bebé, llevamos casi cuatro putos meses torturandolo y todavía no ha querido abrir la boca. Por mucho que lo molamos a golpe no habla.

Máximo corto dos de sus dedos en un intento de perdición e intimidación para hablar, pero este hombre es como los rusos aunque les cortes los huevos no hablan.

—Me estoy cansando de esto—susurro arlado de Antonella.

Ella mira atenta a Máximo quién le pregunta una y otra vez al hombre el paradero de Messina pero no responde. Solo se digna a mirarnos con una mirada de odio y tratar de levantar la frente en alto aunque la sangre le nuble la vista.

—Lo sé, también me estoy desesperando. Y máximo es bastante hijo de puta pero este hombre no da su brazo a torcer es como si no le importara su vida en lo absoluto. Otros hubieran abierto la boca ya apenas para que pararan las agresiones. Pero él...

—El acepta su muerte—la interrumpo.

Agarro un cigarrillo y lo enciendo.

—Estás fumando—indaga Anto.

Yo asiento. Aunque nunca ha Sido un vicio lo eh hecho unas partidas de veces. Pero desde que comenzó todo esto estoy tan nerviosa y tan estresada que me eh refugiado en al menos soltar hubo libera estrés.
Y más con Luciano quién cumple con lo prometido ese día en el gymnasio, ahora apenas y me habla o me mira. Casi no dormimos juntos, y si, no me ha intentado decir si follamos. Y esta semana a Sido diferente incluso ayer tuve un deseo intenso pero me daba miedo que me rechazará y a él tampoco lo ví con cara de querer así que no le pregunté.

Quizás herí su ego al decirle que no, es solo que sentía el deceo pero no sabía, no sabía que hacer o si era lo correcto. Algo i lógico ya que somos una pareja y encima estamos casados. Pero no sé que me pasa que me hace dudar.

Estoy comenzando a tener un poco de inseguridad y antes mi cuerpo era perfecto al menos eso decía el. Pero desde ese día la cicatriz que dejó mi abdomen y mi espalda es como si sintiera que es algo malo de mi y a veces ni yo misma me entiendo.

—Dame uno yo también estoy muy nerviosa—yo le pasó la cajetilla de cigarros y ella toma uno llevándoselo a la boca. ¿Y como vas con mi hermano?

—Pues no lo sé, todo se ha vuelto muy complicado, cada vez es más raro todo entre nosotros—suspiro a la misma vez que dejó salir el humo del cigarrillo.

—Pense que estan bien—yo niego. ¿Y porq no hablan? A lo mejor solo estáis pasando por una mala racha.

—No lo sé Anto. A veces siento que no soy suficiente.

—De que hablas, eres la reina, dueña y señora de esta casa, eres un mujerón. Estás completa como demonios no vas hacer suficiente—se sobresalta llamando un poco la atención de los presentes.

—Shhhh—la acalló un poco. Habla bajo—rio. Gracias pero es algo complicado entre nosotros.

—A ustedes lo que les hace falta una buena follada, dónde termines con la vejiga inflamada y el con la polla roja y reventado leche—ambas reimos por su comentario.

Deseo Insaciable*(Por Corregir)*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora