Insomnio

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No podía dormir. Estaba dando vueltas por la cama sin parar. Miré el teléfono. La una y media de la madrugada. Era lo suficientemente tarde cómo para que Martin y las chicas estuvieran ya en la cama. Así que decidí levantarme para salir al balcon y airearme.

Antes pasé por la cocina a buscar un poco de agua. Me estaba llenando el vaso para disponerme a salir pero fué entonces cuando escuché.

- ¿Puedo coger un poco de agua yo también? - Me giré asustada y fue cuando vi los ojos verdes de aquella morena que tanto había estado deseando conocer desde hace unos meses. Tenía los ojos hinchados. Cómo aguados. Al principio pensé que sería del cansancio. Pero cuando sus ojos conectaron con los míos pude ver una mirada más bien triste.

Extendí la mano para darle mi vaso de agua y me disponia a ponerme otro. Se quedó allí apoyada contra el marco de la puerta bebiendo agua.

- ¿Quieres venir fuera? Iba a sentarme en el balcón para airearme un poco. - Dije convencida. No dudé ni un segundo. En parte quería estar sola, pero no se que hizo aquella morena de ojos verdes que quise de su compañía.

- No no... Tranquila, no quiero molestar de verdad suficiente con tenernos que quedar yo y Ruslana esta semana en vuestro piso. - Dijo la morena antes de disponerse a ir hacia la habitación de Martín.

En un arrebato le cogí del brazo suavemente. Se giró para mirarme.

- Vente de verdad, nos irá bien distraer la mente un rato. - dije con una sonrisa sincera.

- Segura? - dijo la morena con una mirada de preocupación.

Asentí con la cabeza para proceder a ir al balcón para sentarnos en el sofá. Nos sentamos de lado y estuvimos un rato mirando el cielo de Madrid. 

- Me llamo Chiara por cierto, que antes no te he podido decir mi nombre - Me dijo casi en un susurro como para intentar no romper aquella atmósfera tan tranquila que se había creado en aquel lugar.

- jajajajajaja Chiara, llevo mirando el programa 3 meses creo que me sé vuestros nombres y encima vivo con uno de tus mejores amigos que es el creador de tu mayor club de fans. Yo me llamo Violeta. 

Chiara se puso roja al momento, pensando en que Violeta ya la conocía. Solo de pensar que la pelirroja la había visto en el programa le entró mucha vergüenza. - Jajajajaja tienes razón, me lo ha dicho Martín pero no sabía si entre todos te acordabas de mi nombre. - Como para no... - dije en un susurro prácticamente inaudible... - ¿Qué has dicho? no te he escuchado. - Dijo la morena que no había podido escuchar lo que la pelirroja había dicho. - Nada nada, que eras de mis favoritas, me encanta como cantas. Lo haces genial - dije con total sinceridad. - No me digas eso que me muero de la vergüenza Violeta por favor. - Dijo la morena aún más roja que antes. Pero la pelirroja no era capaz de ver su tono de piel debido a la oscuridad de la noche.

- ¿Cómo es que os mudáis a Madrid?- Quisó preguntar Violeta. Sabía que la chica vivía en Barcelona ya que Martin se lo había dicho en alguna ocasión. 

- Acabamos de salir de la academia y tenemos muchas entrevistas y promociones en la capital y es inviable hacer diariamente todos los viajes desde Barcelona hasta aquí y entonces hemos decidido la mayoría mudarnos a Madrid, era casi un futuro inevitable por el momento. - Dijo Chiara completamente sería sin ningún ápice de ilusión de mudar-se.

- Aiiii pero eso está muy bien Chiara, eso es que os salen muchas oportunidades de trabajar y triunfar de lo que os gusta. Es super buena noticia - Dije totalmente ilusionada con la información que me había dado la ojiverde.

- ¿Y tú? ¿Cómo es que te has mudado a Madrid?, Martín me ha dicho que eres de Granada.- dijo Chiara con intriga por saber más sobre la pelirroja. - Necesitaba un cambio en mi vida, y una amiga de mi madre tiene una cafetería aquí en Madrid y necesitaba ayuda y sumándole con que aquí hay más posibilidades de trabajar como periodista decidí mudarme para ver si mientras trabajo en la cafetería podría encontrar alguna oportunidad de trabajar de lo que realmente me apasiona.

Fue entonces cuando se hizo el silencio entre las dos ya que el móvil de la morena se estaba volviendo loco de todas las notificaciones que estaba recibiendo.

- ¿No vas a mirar quien te escribe tanto? dije curiosa de saber quién le escribiría tanto a estas horas. - Son las notificaciones de instagram. Me gustaría poder contestar a todo el mundo pero es que se me hace imposible y mira que quiero te lo prometo, de echo me encantaría pero es que de verdad que nose porque pero es mucha gente que me escribe, y me escribe cosas maravillosas eh... pero es que no puedo contestar todo sino no soltaría el móvil, aunque en verdad igual debería? Porque amo a toda la gente que me envía mensajes de apoyo y les quiero un montón igual sí que debería...

La paré al instante, había recitado todo aquello casi sin respirar, con un ápice de nerviosismo y a la vez de culpabilidad.

- Chiara, acabas de salir de un aislamiento de tres meses. Tranquila. Toda la gente que te sigue es consciente de que te encantaría contestarle a todos. Si se ve que eres un amor de persona. Pero necesitas descansar. Necesitas unos días de relax. - Dije con el tono lo más tranquilizador que pude y poniendo un mano sobre la piernas de la morena para que notase apoyo con toda esa situación. Es normal que una persona de 19 años esa situación le pueda sobrepasar en algún momento.

- Estoy un poco abrumada Violeta. No sé qué hacer, ni cómo actuar. A veces siento que debería desaparecer. Que no estoy preparada para esto. Que no soy la persona que toda la gente piensa que soy. - Dijo otra vez casi sin respirar y con una mirada triste mirando al suelo.

- Ey Chiara mírame - dije para poder conectar las miradas - Es normal que te sientas así, es una situación que nos costaría de llevar a todos, pero en serio, eres capaz de esto y mucho más. No te conozco, pero por lo que me ha contado Martín la música es tu vida. Eres música Chiara. No necesitas nada más que eso para conectar con la gente. Sé que vas a escribir canciones que te harán conectar con tú público que te sigue y tanto te quiere. Y eso es lo que te hace especial y única para poder afrontar todo esto.

Chiara necesitaba escuchar eso. Y que aquella pelirroja que justo acababa de conocer la mirase con esos ojos llenos de sinceridad, para Chiara era justo lo que necesitaba en aquel momento para no derrumbarse y pensar en que si sería capaz de todo aquello que siempre había soñado.

- Muchísimas gracias de verdad Violeta. Y lo siento muchísimo por haber interrumpido tu momento de tranquilidad con mis tonterías- Dijo la morena.

- No digas eso Chiara, a mi también me ha venido bien esta charla para desconectar. - Dijo la pelirroja acariciando el muslo de la chica transmitiendo calma a la de los ojos verdes.

Y es que esas palabras eran ciertas, Violeta se había olvidado por completo de lo que le pasaba. Aquellos ojos verdes que la miraban con tanta paz habían conseguido que por un momento pudiese pasar ese rato sin darle más vueltas a todo por su cabeza. 


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