Jessica, conocida por su personalidad extrovertida, se sumerge en una nueva y emocionante etapa con la llegada de una familia recién establecida en Forks. Este acontecimiento le brinda a Jessica la oportunidad de oro que siempre anheló: alcanzar la cima de la popularidad en el instituto y materializar la vida que tanto desea. Aunque el panorama se vislumbra lleno de posibilidades, también se entreteje con la incertidumbre sobre cómo estas nuevas circunstancias podrían transformar su existencia, ya sea para bien o para mal.
Mientras tanto, Edward, un joven apuesto con rasgos perfectos y cautivadores ojos dorados, posee una personalidad seria y reflexiva. Con la expectativa de encontrar paz y monotonía en el pequeño pueblo nublado, se ve abrumado por la persistente presencia de Jessica. Sus intentos por llamar su atención generan tensiones que inicialmente aborda con amabilidad, pero que luego se ven exacerbadas por un rechazo más público en un intento desesperado de poner fin a la situación. Sin embargo, este gesto no logra disuadir a Jessica; sorprendentemente, intensifica su fascinación hacia él.
En un esfuerzo por escapar de la situación y encontrar tranquilidad, Edward se sumerge en la caza solitaria en el bosque. Este acto, que normalmente le proporciona un respiro de las complicaciones de su existencia inmortal, se ve amenazado cuando un ruido inesperado perturba la armonía del entorno. Al girar para identificar la fuente del sonido, se encuentra con Jessica, la persistente buscadora de atención, quien irrumpe en su momento de relativa calma.
La sorpresa y la tensión flotan en el aire, sugiriendo que la paz que Edward busca en la caza solitaria está en peligro de desvanecerse. La presencia de Jessica en ese momento crucial añade un giro inesperado a la vida del inmortal, dejando en el aire la incógnita de cómo esta situación inesperada podría afectar el destino de ambos personajes en el oscuro escenario de Forks.
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La noche que lo cambió todo
FanfictionJessica sabía que podía resultar molesta para las personas a su alrededor, pero realmente no le importaba; solo quería que ese chico nuevo fuera suyo. Era guapo, inteligente y tenía dinero, lo que lo hacía perfecto a sus ojos. Edward era consciente...
