Prólogo: Secretos del Futuro 🔮

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El tiempo es un maldito acertijo, y Barry Allen ya estaba harto de que jugara con su vida.

Primero, su matrimonio con Iris se desmoronó, y aunque siguieron siendo amigos, todo cambió cuando ella quedó atrapada en el espejo verso. No había amargura, solo la aceptación de que las cosas no siempre salen como uno espera.

Después vino Frost.

Lo que comenzó como simples noches de películas y conversaciones se convirtió en algo más. Besos. Caricias robadas. Barry, al principio, se sintió incómodo-porque Frost compartía cuerpo con Caitlin, su mejor amiga. Pero con el tiempo, se acostumbró. Era Frost. Y por primera vez en mucho tiempo, sentía que tenía algo bueno en su vida.

Pero el destino, cabrón como siempre, tenía otros planes.

Porque nadie en el equipo sabía que Barry y Frost ya habían visto a sus hijos del futuro.

Nadie, excepto Caitlin.

Flashback: Encuentro con el Futuro

Todo comenzó con una anomalía en STAR Labs.

Barry había visto muchas cosas en su vida-viajes en el tiempo, realidades alternas, monstruos de la Speed Force- pero lo que ocurrió esa noche fue diferente.

El aire chisporroteó con electricidad. Un vórtice de energía se abrió de golpe en el centro del laboratorio, soltando una onda de choque que casi lo derriba.

Cuando la luz se disipó, dos figuras estaban allí.

Un chico y una chica.

Barry sintió un escalofrío recorrerle la espalda. Algo en ellos le resultaba familiar. Demasiado familiar.

Frost se cruzó de brazos y entornó los ojos.

Bueno... esto es raro.

Los recién llegados se quedaron en silencio un segundo, observando a Barry y Frost con una mezcla de incertidumbre y expectación.

El chico suspiró, pasándose una mano por el cabello de la misma manera que Barry solía hacer.

Esto va a ser incómodo...

Frost rió por lo bajo, con ese sarcasmo afilado tan suyo.

Ah, qué alivio, pensaba que solo me estaba volviendo loca.

La chica rodó los ojos con fastidio y se cruzó de brazos, un gesto que era puro Frost.

No lo sé, mamá. ¿Nos reconoces ahora?

Silencio.

Barry sintió que se le secaba la boca.

¿Perdón... qué?

El chico suspiró, señalando a Barry.

Y tú, papá, deberías estar acostumbrado a estas cosas a estas alturas.

Barry parpadeó como si le hubieran dado un golpe en la cabeza.

Esto no podía estar pasando.

Él ya había conocido a su hija Nora en un futuro donde aún estaba con Iris. Pero ahora... estos dos... ¿Sus hijos? ¿De Frost?

Frost resopló, negando con la cabeza.

No, no, no. A ver, vuelvan a decir eso, pero más despacio y con menos "mamá y papá", porque esto me está jodiendo la cabeza.

La chica suspiró, como si estuviera hablando con una niña pequeña.

Nosotros. Somos. Tus hijos. Del futuro. ¿Necesitas que te lo deletree?

Frost chasqueó la lengua.

Mira qué genio. Definitivamente mi hija.

Barry no podía procesar esto. Sus hijos. Con Frost.

El chico sacó algo del bolsillo y se lo tendió a Frost.

Un colgante de plata. Un copo de nieve grabado en el centro.

Frost lo tomó con manos temblorosas. Reconoció el diseño de inmediato.

El problema era que ese colgante aún no existía.

Barry tragó saliva. Esto era real.

La chica le dedicó una media sonrisa a Frost.

¿Suficiente prueba, mamá?

Barry y Frost se miraron.

Y supieron que su vida acababa de volverse mucho más complicada.

Fin del Flashback

El recuerdo aún la perseguía. Pero Frost no podía negar lo que sentía.

Sí, había sido incómodo. Ver a esos dos y saber lo que significaban... la había dejado fuera de sí. Pero también había sentido algo extraño en su pecho.

Felicidad.

Porque en algún punto del futuro, ella y Barry habían formado una familia.

Barry, por su parte, aún estaba tratando de procesarlo. Primero conoció a Nora, su hija con Iris. Ahora, el tiempo le lanzaba esto a la cara.

Era demasiado. Pero lo único que tenía claro era una cosa:

Nadie más debía saberlo.

Porque si algo había aprendido en toda esta locura, era que los secretos siempre protegían a quienes amaba.

Frost suspiró, acariciando el colgante con los dedos.

El futuro era un misterio. Pero por primera vez, uno que no le molestaba tanto.

Y ahora, después de guardar ese secreto, estaban en el servicio comunitario, reparando el caos que dejó Eva McCulloch.

⚡FlashFrost: Entre la velocidad y el hielo ❄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora