1- Una noche cualquiera

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                            ▪︎☆▪︎

La noche en Konoha era fresca, una suave brisa mecía las hojas de los árboles mientras las estrellas brillaban en el oscuro cielo. Naruto Uzumaki caminaba despreocupadamente hacia la tienda de conveniencia de 24 horas, su destino habitual para satisfacer su insaciable antojo de ramen. Sin embargo, lo que encontró afuera de la tienda esa noche no era lo que esperaba.

Justo cuando se acercaba a la entrada, divisó a una figura solitaria sentada en el escalón de entrada, lágrimas brillando en la luz tenue. Era Hinata Hyuga, una chica de su clase, conocida por su timidez y amabilidad. Naruto se detuvo en seco, sorprendido por la visión inesperada.

Sin dudarlo, se acercó a ella. "¿Hinata? ¿Qué sucede?" preguntó con preocupación mientras se arrodillaba a su lado.

Hinata se sorprendió al ver a Naruto, pero rápidamente trató de secar sus lágrimas. "N-Naruto... lo siento, no quería molestarte", balbuceó, tratando de ocultar su rostro.

"No estás molestando en absoluto", dijo Naruto suavemente, notando que ella temblaba ligeramente por el frío de la noche. "¿Qué pasó? ¿Puedo ayudarte?"

Hinata inhaló profundamente, tratando de reunir su coraje. "E-es solo que... estoy teniendo algunos problemas en casa", admitió, su voz apenas un susurro.

Naruto asintió comprensivamente. "Entiendo. ¿Quieres que te acompañe a casa?"

Hinata asintió tímidamente, agradecida por su oferta. Naruto rápidamente se quitó su chaqueta naranja y se la entregó. "Aquí, toma esto. Te mantendrá abrigada."

Con una sonrisa tímida, Hinata aceptó la chaqueta y se envolvió en ella. Juntos, caminaron por las tranquilas calles de Konoha, compartiendo conversaciones tranquilas mientras Naruto la acompañaba a casa.

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Al día siguiente, Naruto se encontró entrenando con su maestro, Jiraiya, en un campo de entrenamiento a las afueras de la aldea. Mientras realizaban sus rutinas habituales, Jiraiya notó algo fuera de lugar.

"¿Dónde está tu chaqueta naranja, Naruto?" preguntó Jiraiya, frunciendo el ceño al notar la ausencia de la prenda distintiva de su alumno.

Naruto se detuvo por un momento, recordando la noche anterior. "Ah, la dejé con Hinata", respondió casualmente.

Los ojos de Jiraiya se iluminaron con malicia mientras una sonrisa traviesa se extendía por su rostro. "¿Una chica, dices? "

"Si Hinata Hyuga." Respondio algo confundido.

"Asi que de la rama principal, jeje. Si que sabes elegir bien." Decía mientras intentaba no reírse demasiado.

El rostro de Naruto se sonrojó instantáneamente ante la mención de Hinata. "Bueno, sí, pero..." comenzó a protestar, pero Jiraiya lo interrumpió con una risa burlona.

"¡Ah, Naruto, parece que finalmente te has fijado en una buena chica! Bueno, ¡esto cambia las cosas!" exclamó Jiraiya con entusiasmo, haciéndole saber a Naruto que su maestro no dejaría pasar la oportunidad de jugar el papel de casamentero.

Mientras Naruto intentaba explicarle a Jiraiya que su relación con Hinata era simplemente una amistad, el sabio ninja legendario no podía contener su emoción. Decidió que era su deber como maestro y mentor de Naruto intervenir en el asunto.

"¡Naruto, Naruto! Esto es emocionante, ¡tienes que decirme todo! ¿Cómo se conocieron? ¿Qué pasó exactamente anoche? ¿Hinata también siente algo por ti?" preguntó el senin, lanzando una ráfaga de preguntas mientras su mente maquinaba un plan.

Naruto se rascó la cabeza, tratando de encontrar las palabras adecuadas para calmar las expectativas exageradas de su maestro. "Bueno, fue solo una situación casual. Ella estaba llorando fuera de la tienda y... pensé que podría ayudarla. No creo que haya nada más que eso", explicó, tratando de restar importancia al encuentro.

Pero Jiraiya no estaba convencido. "¡Naruto, no seas tan modesto! Estoy seguro de que hay algo más entre ustedes dos. Y como tu maestro, es mi deber asegurarme de que aproveches esta oportunidad", declaró con determinación.

Naruto suspiró resignado, sabiendo que no podría convencer a Jiraiya de lo contrario. "De acuerdo, Jiraiya-sama. Pero por favor, no hagas nada extravagante o vergonzoso", suplicó, anticipando las travesuras que su maestro podría idear.

Jiraiya le dio una sonrisa de complicidad. "No te preocupes, Naruto. Confía en mí, soy todo un experto en asuntos del corazón", aseguró con una confianza exagerada.

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Mientras tanto, en otro lugar de la aldea, Hinata reflexionaba sobre el encuentro de la noche anterior. Se sentía agradecida por la amabilidad y preocupación de Naruto, pero también se preguntaba si había sido apropiado aceptar su ayuda de esa manera. Su corazón latía con fuerza mientras recordaba su cercanía y gentileza.

Decidió que hablaría con Naruto en la academia más tarde ese día para agradecerle y asegurarse de que no se sintiera incómodo por lo que sucedió. Sin embargo, no podía evitar preguntarse si había algo más detrás de la actitud de Naruto esa noche.

Mientras tanto, Jiraiya ya estaba ideando su próximo movimiento para acercar a Naruto y Hinata. Estaba determinado a hacer que su alumno lograra una historia de amor épica digna de los libros que había escrito.

Me haces sentir raro (NaruHina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora