3- Las reflexiones de Naruto

68 2 1
                                    

Después de la visita en la mansión de los Hyuga , Naruto regresó a casa con pensamientos revoloteando en su mente. La imagen de Hinata y la breve mirada que compartieron seguían frescas en su memoria, provocando un tumulto de emociones que no podía ignorar.

Se sentía confundido y, sobre todo, avergonzado por su reacción ante la posibilidad de que Hinata pudiera sentir algo por él. ¿Cómo podía haber dejado que esas ideas lo afectaran tanto? Recordó las palabras de Jiraiya, que resonaban en su cabeza como un eco insistente.

"¿Estás enamorado de Hinata, Naruto?" la pregunta resonaba una y otra vez en su mente, como si Jiraiya hubiera golpeado un nervio sensible que ahora zumbaba con fuerza.

Intentó apartar esos pensamientos de su mente mientras caminaba por las calles de Konoha, pero era inútil. Se sentía como si estuviera atrapado en un remolino de emociones que no podía controlar.

Decidió que necesitaba hablar con alguien, alguien que pudiera ayudarlo a aclarar sus pensamientos y sentimientos. Así que se dirigió hacia la academia, con la esperanza de encontrar a Iruka, su antiguo maestro y confidente.

Cuando llegó, vio a Iruka revisando algunos documentos en su escritorio. Sin perder tiempo, Naruto se acercó con determinación.

"Iruka, ¿podemos hablar un momento?" preguntó Naruto, su voz temblorosa con la emoción contenida.

Iruka levantó la mirada, notando la expresión seria en el rostro de Naruto. "Por supuesto, Naruto. ¿Qué sucede?" respondió con preocupación, invitando a Naruto a sentarse frente a él.

Naruto se sentó con un suspiro, tratando de organizar sus pensamientos antes de hablar. "Es sobre Hinata", comenzó, sintiendo que las palabras se atascaban en su garganta.

Iruka asintió, alentándolo a continuar.

"Hace un tiempo por la noche... la vi afuera de la tienda de conveniencia. Estaba llorando y... fui a hablar con ella", confesó Naruto, sintiéndose vulnerable al admitirlo en voz alta.

Iruka escuchó atentamente, esperando a que Naruto continuara.

"Y luego hoy... nos encontramos de nuevo. Nos miramos, y... no sé qué pensar. Me siento confundido, Iruka. No sé si... si tal vez..." Naruto se detuvo, incapaz de terminar la frase.

Iruka puso una mano reconfortante sobre el hombro de Naruto. "Naruto, es natural sentirse confundido cuando se trata de sentimientos hacia mujeres. Pero lo importante es ser honesto contigo mismo y con los demás", aconsejó con gentileza.

Naruto asintió, agradecido por las palabras de sabiduría de su antiguo maestro. "Gracias, Iruka. Creo que necesitaba escuchar eso", dijo con sinceridad.

Iruka sonrió con cariño. "Siempre estoy aquí para ti, Naruto. Recuerda que no estás solo en esto", aseguró.

Con el corazón un poco más ligero, Naruto se despidió de Iruka y salió de la academia. Aunque todavía no tenía todas las respuestas, se sentía más seguro de sí mismo y de su capacidad para enfrentar lo que sea que el futuro le deparara.

Mientras caminaba hacia casa, decidió que hablaría con Hinata y le expresaría sus pensamientos y sentimientos de una manera sincera y directa cuando sea el momento. Sabía que no sería fácil, pero estaba determinado a enfrentar cualquier desafío que se interpusiera en su camino.

Me haces sentir raro (NaruHina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora