RECORDATORIO: la historia contiene temas muy sensibles, involucrando a menores de edad. Nada se romantiza y/o normaliza. Si pasas por una situación similar, pide ayuda. No estás solx.
Jonathan Kent era un niño al cual, nunca nada le faltó. Tenía apenas 10 años y era un pequeño bastante sencillo; se conformaba con una buena comida y ver la televisión con sus padres antes de ir a dormir.Era un pequeño criado con amor y cuidado, no solo por sus padres, contaba con el total apoyo de su hermano mayor: Konner Kent. Si bien ambos tenían intereses distintos, no peleaban seguido, salían diariamente a hacer algo divertido, antes de caer rendidos en el granero de su pequeña granja en Smallville.
Esa mañana, no fue diferente a las demás. Bajó saltando las escaleras, comió su cereal y despidió a sus padres cuando estos se fueron a trabajar.
—Vámonos ya, Jon, o llegarás tarde a la escuela. –mencionó Konner, tomando la mochila del menor.
—¡Ya voy, ya voy! –exclamó, saliendo corriendo del baño, mientras se abrochaba bien los pantalones—. ¡Tenía que ir!
El camino a la escuela le fue demasiado corto, y es que, entre risas y empujones de broma, hacían todo el ambiente más ameno. Escuchó a su hermano gritarle un “¡Vendré por ti en la salida!”, alzando la mano en una clara señal de aprobación.
Jonathan amaba la escuela, amaba a sus amigos, las tareas —aún si estás lo hacían llorar de estrés de vez en cuando—, y adoraba a sus maestros.
Corriendo a su aula, saludó a todos, inclusive a desconocidos, y fue por ello que al entrar se detuvo abruptamente. Un pequeño lloraba en el último asiento.
Jon no lo conocía…, pero por supuesto que casi llora también. Era demasiado sentimental.
—Hola… –saludó tímidamente. Cuando el chico alzó la vista, notó su mejilla enrojecida—...¿Qué te pasó?
El contrario no respondió.
—...yo me caí un día y mi rodilla se raspó, ¿Quieres ver? –cuestionó, apunto de subir su pantalón, mas al ver qué nuevamente negó, se detuvo—. ¡Vivo en una granja! –se sentó a su lado—. Tengo muchos animales, ¿Te gustan los animales?, tengo una vaca.
—...¿Una vaca?
—¡Sí!, cerdos también, ¡A veces apestan demasiado! –hizo una pequeña mueca de asco, lo que provocó una risita en el otro infante.
—Creo que…eso es verdad. –se limpió la nariz con la manga de su uniforme.
—Si… –murmuró, palmeando sus piernas—. ¿Por qué estabas llorando? –ladeó la cabeza—. ¿Con qué te pegaste?
—Un niño me golpeó… –susurró, bajando la mirada.
Jonathan poco a poco fue frunciendo el entrecejo.
—¿¡Qué!?, ¡Debes decirle a la maestra cuando la veas! –aseguró—. Yo sé dónde encontrarla, ¡Ven! –lo tomó de la muñeca.
—No, no quiero…
El joven Kent lo miró, suspirando con pesar. Nuevamente tomó asiento y se mantuvo en silencio, por unos segundos.
—Me llamo Jon. –le extendió la mano—. Bueno, Jonathan Kent, ¡Pero me dicen “Jon”! –le sonrió—. Así que puedes llamarme así, ¡O como quieras!
—Hola, Jon… –saludó, estrechando su mano por unos segundos—. Soy Damian Wayne.
—Damian Wayne… –repitió un par de veces, grabándose el nombre en su mentecilla—. ¡Pues hola, Damian!, ¿Quieres ser mi amigo?
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mama's boy ━━ jondami [CENSURADA]
Fanfiction﹙𝗟𝗘𝗘𝗥 𝗔𝗗𝗩𝗘𝗥𝗧𝗘𝗡𝗖𝗜𝗔𝗦‼️﹚ ──── "solo quería hacerlo sentir bien"