i solemnly swear (that I'm up to no good)

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espero que os guste girlies <3<3

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El ruido se va incrementando a medida que Juanjo se acerca al Gran Comedor. El primer día del año escolar siempre queda marcado por el bullicio, así que no le sorprende especialmente. Llega tarde, para variar, con un grupo de estudiantes de primero detrás suya, desubicados por el paseo entre los interminables pasillos del castillo. Oye sus tripas quejarse cuando el olor de la cena de bienvenida llega a su nariz.

"¡Atención, estudiantes! ¡Hemos llegado, como la profesora McGonagall os ha indicado, primero tendrá lugar la Ceremonia de Selección, una vez el Sombrero os asigne en una de las cuatro casas, podréis reuniros con vuestros compañeros en las respectivas mesas!" Dice, alzando el volumen de su voz para asegurarse que el grupo de niños le escuchan. Con él tan sólo van veinte de los alumnos que conformarán el curso de primero este año, los demás se encuentran con el resto de Prefectos. "A los que entréis en Gryffindor, yo mismo me encargaré de llevaros a las habitaciones, una vez termine la cena. A los que no... ¡Mi más sincero pésame!"

Le dedica una sonrisa traviesa a los niños, que, sin responder, le dirigen una mirada de temor y anticipación entremezclados. Juanjo lleva ya dos años ejerciendo como representante y Prefecto de su casa, Gryffindor. Nunca se cansará de poder hacer el recibimiento a los estudiantes novel, no hay nada como ver la expresión de alguien al admirar Hogwarts por primera vez.

Todavía se acuerda de cómo esa primera visión del castillo le sobrecogió, hace ya siete años, el recuerdo se mantiene fresco en su memoria cada vez que entra por sus puertas. Hogwarts es más que una escuela, es su hogar. Un hogar que comparte con otras setecientas personas.

Sin más preámbulos, abre el portón que da paso al Gran Comedor, dejándose inundar por las caras conocidas que le saludan desde las mesas y el olor a comida recién hecha que se desprende de la cena. La Profesora McGonagall tiene la desaprobación escrita en la cara, pero a estas alturas, Juanjo sabe que está acostumbrada a su tardanza. Fue ella quien insistió en nombrarle Prefecto en quinto, en el fondo, siempre ha sido su favorito. Juanjo le sonríe, fingiendo más inocencia de la que le caracteriza, y se acomoda en la mesa, a esperar pacientemente a que la ceremonia de Selección comience.

"No sé cómo te las apañas para que nunca te echen la bronca." Le susurra Naiara, a cuyo lado se ha sentado. Juanjo se ríe entre dientes ante el comentario de su mejor amiga, que le empuja suavemente en el hombro.

"Es una habilidad que llevo desarrollando durante años, Nai, no lo comprenderías." Le contesta, también en un susurro. Mientras la ceremonia empieza, Juanjo se dedica a escanear el Gran Comedor, buscando a sus amigos, a los cuales todavía no ha podido saludar en el camino en tren hacía la escuela.

La primera que ve es a Bea, sentada en la mesa de Hufflepuff, con su pelo perfectamente planchado, un esfuerzo que sólo realiza para ocasiones especiales. A su lado, Chiara, mira el techo del Gran Comedor, observando el ritmo cambiante del cielo que se abre encima de ellos.

Bea le saluda desde su mesa, señalando el reloj de su muñeca, en un gesto que recrimina claramente su tardanza. Ella también es Prefecta, pero Juanjo supone que el grupo de alumnos a los cuales ella guió al Gran Comedor, no sólo llegaron a tiempo, sino que estaban preparados con diez minutos de antelación. Siempre se ha tomado su rol como representante de Hufflepuff con una seriedad envidiable, sobre todo porque para Juanjo tan sólo supone una oportunidad de poder enterarse mejor de los entresijos del castillo.

Sus ojos se mueven hacia la mesa de Slytherin, donde Ruslana y Álvaro le sacan el dedo en cuanto consigue hacer contacto visual con ellos. Juanjo devuelve el gesto inmediatamente, riéndose ante la infantilidad de sus amigos. Es verdad, que la amistad con ambos ha tenido sus altos y bajos, el estar en casas con siglos de animosidad a sus espaldas nunca ha favorecido a la integración entre los Slytherin y los Gryffindor. Aún así, tras un incidente en primero, en el cual acabaron perdiéndose en el Bosque Prohibido a altas horas de la noche, buscando un camino hacia Hogsmeade que resultó ser poco más que una leyenda urbana, Rus y Álvaro siempre han sido de sus amigos más cercanos;