Tres Compañeras Para Una Y Una Para Todas

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—Insaciables—

22:21 P.M.

NARRADORA

El hambre de una, es digna de postarla en la cama por una semana, pero el hambre de tres... Es una tortura y una bendición al mismo tiempo.

Es difícil satisfacerlas a todas, por no decir imposible. Cuando Helena logra calmar a una con todas sus energías, aparecen otras dos fieras más que exigen lo mismo, e incluso más. Por lo general cada una tiene su momento del día para estar a su lado, al igual que en la noche... Que es cuando todo se pone más difícil y salvaje.

Helena pensó en separarlas por días, creyó que así habría más equilibrio y control con sus mujeres, pero... Se equivocó. Había decidido empezar con Irina ese lunes, ella se lo había ganado, así que por ello fue la primera.

Las reglas eran sencillas, en el día todas podrían apegarse a Helena para pasar tiempo a su lado, y ya en la noche, es cuando solo la pasaría con una sola. La idea era que las dos restantes se fueran a cazar muy lejos mientras ella y la afortunada lo hacían, de ese modo no la escucharían y no se desesperarían por pedir atención de su parte.

El plan era bueno, pero olvidaba un detalle; eran vampiras Insaciables. No solo no podía dejarlas sin sexo una noche, eso les parecía un tormento. A Kate en especial no le hacía ni una pizca de gracia saber que solo podría acostarse con su mujer cada dos días. En el caso de Irina, la idea no le encantó mucho, pero haría lo que Helena le pidiera a diestra y siniestra.

La que mejor se lo tomó fue Tanya, la idea le encantaba, le parecía estupendo disfrutar de su morena por una noche completa solo para ella, porque por más que sus otras dos hermanas también tuvieran derecho, no le gustaba mucho compartirla entre las tres una noche y por poco tiempo. Aún le molestaba compartir a su compañera, pero debía aceptar al destino. Su instinto tardó mucho en aceptar que su mujer también le pertenecía a sus hermanas, ni siquiera sabía que eso era posible, nunca había visto una relación de cuatro integrantes.

Y no es como si entre las vampiras hubiera algo, por supuesto que no. Era incómodo más que todo en el tema del sexo, por eso mismo nadie se oponía a tener su propio turno.

Al menos hasta ese día.

Kate y Tanya ya habían cazado de acuerdo a la orden de su compañera. Ambas permanecían en la profundidad del frío bosque de Denali, simplemente esperando a que Irina termine para volver a casa.

La serenidad duró a lo máximo una hora, porque a partir de ahí fue imposible no desesperarse. A través del lazo sentían la exitación de Helena, sentían su caliente cuerpo vibrando de placer contra la cama. Era inútil calmar el hambre, lo que tenían ahí abajo ya estaba muy duro y listo para enterrarse en esa zona tan ardiente de su mujer.

Chesa les mencionó que tal vez una al azar lo tendría, pero... Nunca mencionó la posibilidad de que lo tuvieran las tres. Ya venían poco menos de un mes con esa condición entre los pantalones. El primer día en que eso se presentó, por petición de Blessica y Chesa, Helena tuvo que aislarse al menos unos dos días lejos de las tres rubias, más que todo por seguridad física. Había una gran posibilidad de que hubiera enfrentamiento entre las tres para turnarse a follar, así que era mejor ahorrarse el problema mientras estuvieran como animales.

Justo como hoy.

La primera en querer regresar y romper lo planeado fue Kate. La rubia de pelo liso ya no aguantaba, peor aún al saber que ni siquiera mañana le tocaría follar. Tanya estaba igual o peor de caliente, pero controló los impulsos como mejor sabe y obligó a su hermana a respetar lo que había dictado Helena.

🔞Oneshots (Hermanas Denali x Ana De Armas (Helena Swan)) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora