Abril.
-¿Samantha? -Sentada frente a mí, ella levantó la vista de su plato y me miró expectante.- Necesito hacer unas llamadas telefónicas. Quería saber si podía hacerlas con eso que me diste.
-¿Te refieres al teléfono celular?
- Ajá.
- ¿A quién llamaras? -Suspiré con impaciencia, mientras la veía llevarse la copa de vino a los labios.
-A mi padre, Molly y Alana.
-¿Alana?
- Es una amiga.
Tragué cuando su mirada se volvió a levantar, y me miró, gélida.
- ¿Amiga?
- Sí.
- ¿Desde cuándo?
- Desde siempre.
Levantó una ceja.
- ¿Y por qué nunca supe nada de ella?
Bufé, pero Samantha ni se inmutó, y siguió mirándome con aquella mirada glaciar.
- ¿Y ti que te importa?
Levantó una ceja, desafiante, y por unos segundos divisé a esa Samantha. No a la Samantha juguetona, sexi y divertida que era conmigo. Sino a la Samantha distante, autoritaria y fría. A la Samantha mafiosa.
- Dímelo.
- Es una amiga, ya te lo dije. Vive en Monterrey, donde nací, pero vino a visitarme unas semanas -Me encogí de hombros- Debe estar preocupada por mí, ¿Sabes?
-¿Te acostaste con ella?
- ¿Qué!? - Oh, bien, esto era demasiado.
- Que si tuviste sexo con ella.
- ¡No! -Dejé caer los cubiertos sobre la mesa, enfadada- ¡Diablos, no! Quiero decir.. ¿Alana?Ugh.
Hice una mueca, y ella por fin pareció entenderlo, porque una lenta y pequeña sonrisa se dibujó en su rostro.
Ah, ella siempre tan voluble.
-Harás las llamadas, pero ya sabes que no puedes hablar de más.
- Oh, sí, lo sé. Ser secuestrada y mentirle a mi padre sobre ello es algo de todos los días. -Comenté sarcástica, dejándome caer sobre la silla.
Que a ella se le haya pasado el mal humor no significaba que se me hubiera pasado a mí también.
- Estás enfadada?
-¿De verdad?
- Abril..
-¿Sabes? Tú no eres la única con el derecho a ser sarcástica, Samantha. -Comenté, mientras me levantaba de la mesa torpemente.- No tengo más apetito.
Caminé hacia dentro de la casa, sin saber exactamente a dónde ir.
Sentí sus pasos detrás de mí.
-Aquí- Murmuró, apoyando una de sus manos en mi espalda baja y guiándome por la mención.
A pesar de mis esfuerzos por ser indiferente, su mano me provocó deliciosos espasmos por toda la columna, y suspiré. También había extrañado eso.
Oh, sí. Hacer el amor con Samantha Rivera no era algo de lo que uno se olvidara fácilmente.
- Entra. -Ordenó, cortando la línea de mis pensamientos.
Sonrojada, ingresé en la sala de estar a la que Samantha me había llevado.
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Suya [ RivAri ] G!P (Adaptación)
RomanceElla era una mafiosa, ella una simple universitaria. Lo ultimo que pensó Abril Garza al ser secuestrara era terminar en las manos de una mujer como Samantha Rivera. Terriblemente poderosa, posesiva y seductora. Samantha no sabía porque la había ace...