SOLO TÚ || ABBIE X MALE OC

-01-

Mi madre me tuvo cuando tenía mi edad, 15 años, así que me dio la charla sobre sexo cuando solo tenía siete años, pero no era la típica cosa de los pájaros y las abejas.

Ella era directa por lo que puedo decir que tuvimos una crianza nada típica o común, pero claro, no hay nada típico en mi mamá, eso y que luego de empezar su charla se tomó un par de minutos en como explicarle a un par de mellizos (niño y niña), que es lo que realmente querían las personas con el sexo.

Para mamá, hay dos cosas que se puede obtener del sexo, pasión o poder, pero eso hacía referencia a lo que querían los hombres, sin embargo, según ella, debíamos asegurarnos de conseguir algo, de lo contrario saldríamos perdiendo y que usemos condón.

Mamá nunca baja la guardia, siempre tiene el control, estamos hilados a ella, si uno se mueve es porque ella nos dejó, pero siempre estaría tras de nosotros para protegernos, y eso lo tenía claro, pero su charla funcionó, bueno, eso hasta hace un año cuando tuve sexo por primera vez, si, estuve “chico”, pero eso no parecía cuando tenía una buena talla y me había escapado a una fiesta de último año.

-Gareth

El llamado de la coordinadora me distrajo de la charla que tenía con mis amigos del equipo, la señora me llamó a lo que tras algunas burlas salí en su dirección, caminamos un poco hasta que nos detuvimos en el salón de mi hermana y ella salió.

-Virginia…

-Soy Ginny – corrigió la menor deteniéndose a lado de su hermano.

-Niños… su padrastro tuvo un accidente, su madre vendrá hasta acá con su hermano, lo siento mucho niños, pero no lo logró

Vi de reojo a mi hermana y ella hizo lo mismo, hice una ligera mueca sintiendo los brazos de la coordinadora rodear nuestros cuerpos.

Mamá era experta en lo que hacía y decía, siempre tenía la respuesta para todo, si no sabía algo se lo inventaba, tenía una fuerza de convencimiento tan acercada que nadie podía decirle que no, y que lo hacía, no pasaba días en los que pudiera cambiar de opinión.

En todo el funeral de nuestro padrastro, mis hermanos y yo escuchamos como las señoras estiradas hablaban mal de nuestra madre, siempre a las espaldas porque no tenían el valor de decirlo de frente, miré de reojo a mi hermana y como si hubiéramos conectado me hice a un lado tomando una copa de agua que pasaban a repartir, me hice el tonto en dirección a las señoras y chocando con mi hermana hice caer toda el agua en una de ellas, me disculpé con pena inventada y me fui hacia un lado con mis hermanos, solo veíamos a mamá en su show de viuda.

Como cada año nos mudamos a un lugar nuevo, no era de mi agrado pero ya estaba acostumbrado, no podía tener amigos o novias porque siempre nos íbamos, a este paso la agenda de mi celular iba a reventar de contactos.

A diferencia de mi hermana, yo era sociable, no tanto, pero lo necesario para hacer feliz a mamá y llenarme de amigos momentáneos para que me distraigan de lo abrumador que era mudarse de un lugar a otro.

Íbamos en el auto, yo conducía, mamá iba de copiloto y mis hermanos en la parte trasera de este, cantábamos una canción inapropiada para mi hermano menor, pero no había quejas hasta que mi hermana se estiró y lo apagó.

-¡Oye!

Mamá y yo nos quejamos al mismo tiempo, estábamos inspirados y ella había acabado con eso.

-¿Creen que es una canción apropiada para un niño de nueve años?

-Ay, por favor, no entiende nada de la letra