Tristeza de Verano

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Tristeza de verano.

Era otra vez esa época del año y ella no lo podía evitar. Durante todo el año estuvo ignorando esta fecha esperando a que no pasara. Su madre ya había muerto, su padre se había ido y su hermano era el único que quedaba, Lily se sentía como una extraña en un mundo lleno de madres e hijos felices, padres presentes y hermanos que se van a la universidad, lamentablemente eso no pasaba en su vida.

Ese día de verano visito a su madre como ya lo había hecho esa semana, el cementerio de su ciudad en esa época del año estaba vacío, ¿como alguien podría ir al cementerio con las altas temperaturas de ese mes?

Lily no podía ir al cementerio solo un día, simplemente no podía ,su conciencia no la dejaba ya que su madre no solo murió un día, fue muriendo poco a poco, cada día un poco mas hasta que simplemente un día no volvió a despertar; triste pero cierto así es como ataca el cáncer, poco a poco va devorándote hasta que un día simplemente se termina, pero esa es una historia para otro día, un día menos soleado con navajas en las muñecas y lagrimas en las mejillas, por hoy solo sería la visita, contarle a su madre muerta sobre su colección de mariposas, las nuevas canciones deprimentes que encontraba cada año y un pequeño te a un lado de la tumba de su madre.

Su hermano nunca venia con ella, para él era demasiado y prefería dejar los momentos sentimentales para otra ocasión y no para el aniversario de la muerte de su madre, porque para él su madre debería ser recordada y honrada con algo mejor que ir a su tumba, mientras que su padre simplemente no le importaba, el momento en el que todo se volvió más difícil él se fue y jamás volvió. Lily y su hermano lo volvieron a ver muchas veces más, en el supermercado con su nueva esposa, en el parque paseando al perro, en la acera paseando a su hijo de 2 meses, pero a ninguno de los dos les importó porque se tienen el uno al otro y eso es lo que cuenta.

Ahora allí estaba Lily frente a la tumba de su madre con el vestido rojo elaborado por su madre y los zapatos de charol que solo utilizaba en navidad cuando visitaba a su abuela, una rosa roja en su mano y su colección de mariposas en la otra, estaba tan centrada en sus pensamientos, de en como todo cambio hace 2 años, en como en solo un año se iría a la universidad y el único que la vería seria su hermano.

Estaba tan concentrada pensando en lo que sería su vida ahora que no noto al chico que había llegado a un lado de ella, hasta que el la agarro de su antebrazo, Lily sobresaltada lo miro, el estaba observando todas sus cicatrices del último par de años, miro una por una y las toco, Lily no hizo nada solo observo sus acciones.

No tenía ni idea de cuánto tiempo había pasado, ni siquiera le importaba, ella podría pasar el día así, con él admirando sus brazos y ella admirándolo a él. Después de ese día, ambos se encontraban ocasionalmente en la escuela o en la biblioteca pero ninguno de los le hablo al otro, lo único que hacían era mirarse furtivamente el uno al otro, robando miradas mientras leían su libro favorito o en la clase de matemáticas, pero ninguno de los dos le hablaba al otro, lo único que compartirían seria esa tarde de verano, esa tarde que le cambio la vida a Lily y comprendió que no estaba sola y que tal vez ya no pertenecía a ese mundo de familias unidas, si no ahora era parte de un mundo distinto un mundo donde nadie la protegía más que ella misma.


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⏰ Última actualización: Jun 28, 2015 ⏰

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