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-Jimin ¿¡Estás loco!? ¿¡CÓMO PUDISTE MENTIR CON ÉSO!?- gritó exaltado Taehyung, tocando su cabello con frustración.
-Ya lo sé Tae, no hace falta que me lo repitas a cada segundo...- habló el peli naranja, sumamente preocupado. Pero tratando de mantener su cabeza fría.
-Ya lo sé, pero ¿Por qué mentiste aquello? Si viste que fue Jackson- preguntó confundido.
-Porque lo quería defender... Sé que hice mal, pero no quería que lo sancionarán- dijo honesto, con expresión desvanecida.
Taehyung suspiró cansado.-No puedo créer que hiciste todo éso, para defender a ése idiota- dijo enojado por la actitud de su amigo.
-Entiendo... Pero es que, el nombró mi nombre...- hizo una pausa, recordándo aquél momento con una sonrísa.
-¿Y?- preguntó Taehyung.
-Eso... Jackson sabe quien soy, ósea que me reconoce.- argumento ilusionado, con una sonrísa.
Taehyung suspiró nuevamente antes de hablar.
-Jimin, no puedes mentir de aquella forma. Mucho menos dejarte acaramelar por aquél estúpido.- su amigo sólo se mantuvo en silencio, procesando la situación- Ahora tengo miedo Jimin, no sabemos de lo que Jungkook puede capaz de ser- dijo con nervios. Jimin levantó la vista.
-¿Tú creés que el me pueda hacer algo?- preguntó preocupado. Su amigo hizo una mueca de desconfianza.
-No lo sé, no sabemos como ellos son. Y puede ser muy preocupante. Deberías evitarlo- dijo sincero. Jimin asintió con temor.
Ambos luego de su última clase, fueron juntos a una cafetería cerca de allí. Jimin estaba muy perdido en la terrible situación que se había metido, lo menos que quería era involucrarse en un conflicto con los pandilleros. Bueno mejor dicho nadie de la intuición quería aquello. Los nuevos integrantes aún le costaban socializar, y aún más los de The City Life, quienes a cada momento los evitaban o se alejaban con temor.
Si bien hasta ahora, ninguno había causado problemas alguno, a parte de Jungkook, bueno más que nada el lo había metido en éste problema. Seguramente lo habrán sancionado. Quizás algunas faltas al colegio, o alguna tarea de ayuda.
Sólo habían pasado tres días, y el ya lo había arruinado.Jimin caminó, cerrando la puerta de su casa con cuidado, un silencio normal abundaba en el lugar. Dejó su abrigo en el perchero, caminando en dirección a la cocina en busca de su madre. Sin embargo cuando llegó al destino, allí se encontraba su madre, ésta mantenía un semblante serio. Jimin dejó su mochila sobre el mármol de la isla, sin separar su mirada de confusión en dirección a la mayor.
-¿Qué pasa madre?- preguntó preocupado. La mujer dió uma respiración, antes de hablar.
-¿Por qué no me dijiste que los de The Forbidden World, están en tú colegio?- preguntó seria. Jimin allí recordó, que no le había comentado aquello.
-Lo siento madre... Con la presión de las materias se me ol...-
-¡Dios Jimin! Deberías haberme dicho aquello,¡ésa preparatoria está sumamente loca! ¿¡Cómo pueden permitir que ése tipo de personas convivan con nosotros!?- Jimin sólo bajó la cabeza, su madre era muy protectora en éstas situaciones y entendía su disgusto- ¿Sabés que? Dejarás de ir...- Jimin abrió grande sus ojos a lo dicho.
-Pero Madre...-
-No digas nada ... No dejaré que mi hijo esté en medio del peligro- dijo con seguridad.
-Pero no pasó nada- bueno a menos de éso se quería convencer.
-Estudiaras aquí. No hace falta un colegio, irás ésta semana nada más. La siguiente, comenzarás aquí- repitió.
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"Al otro lado del muro" Jikook/Kookmin
LosoweSiempre dicen, que los polos opuestos se atraen. Que a veces el blanco y el negro, se mezclan y forman el gris. O la Luna y el Sol se juntan formando un eclipse. ¿Pero cómo sucede en el amor? ¿Es tan fácil cómo sé dice? ¿Dos personas pueden dejar su...