Prólogo:

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Comenzar a contar una historia jamás es fácil, mucho menos si no sabes el como empezarla, he estado pensando en si contar sobre esto que me paso o no, pero, veamos... No es como si todos pudiesemos decir que lo que he vivido es algo que suceda todos los días a todas las personas, sin mencionar que mis amigas me han empujado a considerar que tal vez, esto es algo que otras personas quisiesen escuchar, así que, lo haré.


Mi nombre es Maxwell Campbell Wilson, tengo diecisiete años y te hago una pequeña descripción de mi; Cabello rizado corto y castaño claro, soy blanco, pero me he tostado un poco por el sol de verano, nariz aguileña, (o así creo que le dicen), ojos cafés, uso lentes cuadrados desde hace un año, me esta comenzando a salir barba y pues, soy muy delgado, metabolismo rápido.


Vivo con mi madre, Karen Wilson, mi hermano mayor Edward y de mi padre no hablamos, porque si no, sería darle paso a mi madre de que hable de lo horrendo y despreciable que era.


Vivimos en un pueblo medio pequeño de aqui de Estados Unidos, somos una familia de clase media baja, nos mantiene mi hermano Edward, trabaja en el banco local del pueblo. 


Por su parte, mi madre pese a no generar mucho dinero, lo poco que lograba hacer, lo ganaba honestamente gracias a su profesión de costurera, ella era conocida en el pueblo, pero no lograba tener todo el tiempo clientes.


Dejando eso de lado y entendiendo un poco más mi vida, podré hablar con confianza. 


Hablemos de ese día en que me registré para ingresar al club de natación.



Eres mi Experiencia SoñadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora