Que bonitos ojos tienes

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Tetta Kisaki y Shuji Hanma habían sido esposos durante cinco años, y esos cinco años no había pasado nada más haya de solo besos y cariños; no lo mal entiendan, a Hanma le agradaba esto pero pensaba que podían ir más haya ahora que eran esposos.
Un día esto paso a más como lo hubiera querido el de mechones rubios, pues Kisaki se le lanzó así sin más.


Estaban celebrando el quinto aniversario del día de su boda, Hanma había llevado a Kisaki a un restaurante lujoso y costoso.
Estando en el los dos pidieron un vino para celebrar y comenzaron a comer.

—la comida aquí es exquisita— pronunció el más bajo, Hanma asintió con la cabeza.

—Hanma— el mayor alzó la mirada hacia su esposo —¿Te puedo chupar el pene?

El mayor casi se atraganta con su comida al escuchar tan descarada propuesta de su marido, si quería tener momentos de intimidad con su esposo pero no en medio de un restaurante.

—Kisaki— le llamo la atención con un tono de voz bajo y molesto. —estamos en público, comportate por favor.

—¿Acaso estás tímido hoy?— debajo de la mesa Kisaki se quitó su zapato para poner su pie en la entrepierna de Hanma, haciendo que este apareciera un gran sonrojo en su rostro.

—solo deja que lleguemos a la casa ¿Si?— el rubio ocre puso una cara de pocos amigos y asintió sin ganas.
Shuji pago la cuenta y acompaño a su esposo hasta la camioneta subiendo en ella.

—¿Sabes que Shuji?— Kisaki se dirigió al mayor —tu puedes ir manejando mientras yo te doy la mamada— Kisaki desabrochó la bragueta del pantalón de Hanma dándole libertad al miembro del mayor.

Este de inmediato se sobresaltó, ya que era la primera ves que harían algún acto sexual, y claro una mamada sería lo bueno para comenzar, pero no en esas circunstancias.

-Saki, puedo ocasionar un accidente por tu culpa- El moreno no escuchaba a su esposo, sin embargo viendo que poco a poco se iba levantando esa gran polla procedió a dar besos en todo el tronco, enfocándose en la punta.

El ojiazul viendo que el pene de su marido ya estaba muy erecto precedió a mirarlo, noto que este estaba grande y grueso, sobre todo aquellas venas que sobresalían hacían que se le saliera la saliva, y de la punta ya pre semen salía, también noto que su polla ya estaba palpitando en busca de placer.

Sin hacerse de rogar empezó a lamber todo.

-Ahh~, por qué estás t-tan impaciente... tan de r-repente?.- Por su lado Hanma estaba teniendo todo el control del mundo para que no provocar un accidente, ya que, al ser la primera ves de un encuentro sexual entre los dos, lo hacía tan malditamente bien.

Kisaki se sacó la polla de su boca para dirigirle la palabra al mayor.

-Ayer abrí una página porno por error.. Simplemente ayer que llegaste tarde del trabajo me estuve masturbando- Como si no fuera nada lo dijo sin vergüenza alguna, mientras tanto tenía su mejilla restregándose contra el pene de su esposo. -Solo quiero experimentar eso contigo, cariño- Con una sonrisa de malicia introdujo de una ves ese gran miembro.

El manto movía su cabeza de arriba hacia abajo, usaba su lengua para saborear todo lo que estuviera a su alcanza y gracias a eso la saliva empezaba a salir de su boca, mientras hacía eso jugaba con los testículos apretándolos y amasándolos a su antojo.

Hanma parecía un tomate, este reprimía gemidos y jadeos por doquier, intentaba centrar su vista enfrente pero su mirada lo traicionó y miró hacia abajo.

Oh dios mío...

Era una vista tan sexy y provocativa.

Ahí se encontraba Kisaki con su polla hasta la garganta y sus ojos azules lo miraban con un deseo tan inmenso, su boca tenía restos de semen y salvia combinados, sin duda esa imagen la guardaría en su mente de por vida.

-Saki... Más adentro, por favor- Sin más, Shuji agarró a Kisaki del cabello tirando de él para que fuera aún más adentro.

De repente la mano de su esposo quitó la propia suya de su cabeza.

-No me toques, no te he dado permiso- Maldita sea... Como lo calentaba que lo tratara así, si, era un puto masoquista.

Kisaki lambió todo la polla dejándola limpia y sin rastros de ningún fluido.

-Alguna vez te he dicho algo, Shuji?- Hanma inmediatamente dijo que no, ya que, el moreno paró la mamada.

-Que bonitos ojos tienes- De inmediato metió la gran polla en su boca.

Sacaba y metía lo más rápido que podía.
Para ese punto Shuji ya se había detenido en el costado de la carretera, por suerte a esa hora casi no pasaban coches.

Definitivamente estaba a nada de venirse, ver a Kisaki y como hacía aquella mamada.

Echo su cabeza hacia atrás, junto con un gemido, para sentir como chorros de semen salían disparadas hacia la garganta y cara de su esposo.

-Lo siento tanto, amor. Déjame te limpio- Shuji al notar que dejo la cara de su esposo llena de su propia esperma, lo tomo por la cintura para sentarlo en su regazo.

-Lo hice bien, Shuji?- Le brillaron los ojos, tal y como un niño esperando una respuesta.

-Lo hiciste perfecto, amor- Tomo un pedazo de rollo para empezar a limpiar toda su carita.

Pero no vio aquella sonrisa pervertido que puso Kisaki al sentir su polla aún desnuda clavándose en su culo.

Pero eso ya es otra historia.

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