Millas Por Recorrer Antes De Dormir - Sasusaku

Capítulo 14

Una hora y media más tarde regresó con una camisa, un chaleco gris, unos pantalones negros y un par de bóxers de seda, que quizá fueran excesivos, pero era todo lo que ofrecía la tienda. La calle principal estaba llena de pequeñas tiendas de ladrillo con farolas antiguas en el exterior, aunque Sakura tenía razón: los precios eran muy elevados.

Todo en el vecindario contrastaba fuertemente con la abandonada finca Uchiha. Madres jóvenes empujaban cochecitos con bebés que gorjeaban, parejas se reunían para comer en cafeterías ordenadas y la gente se sonreía al pasar. Había actividad, pero no era al ritmo frenético del centro.

Casi echó de menos la casa de Sakura. Incluso a la luz del día, era notablemente parecida a las demás de su manzana. Sasuke se sintió aliviado al ver que ella había abandonado su asiento junto a la ventana, aunque ese alivio se convirtió rápidamente en inquietud cuando vio otro coche aparcado en la entrada.

Sus padres deben de estar en casa. Creía que había dicho que pasaban la tarde en casa de su tía. ¿Decidieron volver?

"No creo que sea buena idea que..."

"Puedo cuidar de mí misma."

"Escucha..."

Cuando abrió la puerta, las voces se callaron. Con creciente inquietud, Sasuke siguió la fuente del ruido hasta la sala de estar. Sakura estaba de pie, con las manos en las caderas y los ojos llameantes de desafío. Muy lejos de la chica torpe y sonrojada a la que estaba acostumbrado.

Una mujer que supuso que era su madre estaba sentada en el sofá. La piel de debajo de los ojos estaba hinchada y oscura, y aunque tenía unas leves líneas de expresión alrededor de la boca, tenía los labios apretados en una fina línea de desaprobación. Las cabezas de ambos se volvieron hacia él con una mirada láser. Sasuke se congeló en seco, aún aferrando la bolsa llena de ropa y rezando para que fuera lo bastante opaca como para que la madre de Sakura no pudiera ver a través de ella su nueva ropa interior.

"¿Ves? Aquí está. Nos vamos al cine", resopló Sakura.

Su madre soltó un suspiro cansado. "Cariño, por favor, ¿podemos no pelearnos ahora?". Pero su hija giró sobre sus talones, agarró a Sasuke por la muñeca y lo arrastró de vuelta a la puerta principal.

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El ambiente en el coche era como un relámpago embotellado. Sakura estaba encorvada sobre el volante, agarrándolo con tanta fuerza que tenía los nudillos blancos. Sasuke se pegó a la ventanilla, sin saber qué hacer. La ira irradiaba de ella como un campo de fuerza. Temía que, si intentaba acercarse, lo echara hacia atrás.

Afortunadamente, Sakura no parecía dispuesta a guardarse sus emociones. Tras unos minutos a toda velocidad y un par de frenazos bruscos en las señales de stop, las palabras empezaron a brotar de ella como una cascada.

"¡No es justo! Insiste en tratarme como a una niña pequeña, pero luego me grita por no ser responsable. Quizá lo sería si me diera una oportunidad. Sin mencionar que es una hipócrita total. Juntándose con su nuevo novio".

"Pensé que habías dicho que tus padres estaban visitando a tu tía".

Sasuke se arrepintió al instante de haber dicho eso cuando Sakura cerró la boca. Miró el picaporte de la puerta, listo para salir corriendo si ella explotaba.

"Bueno, tal vez las cosas sean un poco más complicadas", dijo entre dientes apretados. "No quería molestarte anoche con... todo lo que estaba pasando. No es para tanto, de verdad. Sólo estoy haciendo el tonto".

Sasuke enarcó una ceja. Al menos sigues teniendo familia, susurró una parte horrible y celosa de él, pero la apartó y no hizo ningún comentario.