Día 3: Escapar

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Alastor avanzó con pasos marcados y duros contra el pasillo, sostuvo fuerte su micrófono entre sus manos al mismo tiempo que sus ojos se volvían negros, vacíos y aterradores. Extendió su brazo con la intención de volver a lastimar a Husk, quien estaba en un rincón y sobre el suelo mirándolo con el peor de los desprecios. Y cuando el demonio de la radio sonrió para aprisionar su cuello con una cadena de energía espiritual y jalarlo hacia su cuerpo, Angel apareció en la escena y se metió entre los dos. Protegió a Husk con su cuerpo, observó a Alastor con una expresión retadora y no pensó en retroceder.

—Angel, te pediré amablemente que te borres de mi camino —le recomendó Alastor con una sonrisa bastante paciente—. Esto no te incumbe.

—Das un paso más y le diré a Charlie que esas sonrisitas y tratos son una puta mentira y que en realidad eres un grandísimo bastardo hijo de puta —la araña decidió jugar su última carta. El ciervo era peligroso y todos estaban ignorando ese hecho. Sin embargo, sabía que todo tenía un límite y que si Charlie sabía sobre su verdadera naturaleza, lo echaría del hotel sin dudar.

—Anda, atrévete a avanzar —volvió a incitarlo Angel sin nada de miedo.

Alastor se quedó en silencio, miró a los ojos a la araña, quien demostró ser mucho más altanero y valiente de lo que creyó, y emitió una suave carcajada. Diluyó su poder, sus ojos volvieron a la normalidad y decidió brindarle una chance. Le dio la espalda y se retiró de la escena con mucha calma.

Cuando se fue, Angel bajó sus defensas. Giró hacia Husk y se arrodilló ante él, ya que atenderlo era lo más importante.

—¿Estás bien? —lo revisó y no estaba herido, solo tembloroso por el susto de tener a un Alastor enojado como jefe—. Husk. Sé que es tu dueño y de verdad sé lo que se siente, pero... —torció una mueca de inseguridad, ya que no era lo correcto seguir aguantando esa clase de malos tratos—. Seguir ocultando esto a Charlie no debe ser la mejor opción.

Husk levantó su rostro para enfrentar el semblante preocupado de la araña. Suspiró con resignación, ya que no había manera de revertir eso o de resistirse, y su castigo sería mucho peor si intervenía en cualquier cosa que tuviera que ver con el hotel porque esa era la nueva ambición de Alastor.

—Revelarme tampoco es una opción —le respondió—. No hay forma de escapar.

Angel se sentó a su lado y reposó su cabeza contra su hombro. Si de tener un contrato esclavo se trataba, él era experto. Y tenían eso en común, unos jefes horribles que solo querían presionarlos a base de poder y ser una personas asquerosas.

—Estaré contigo en cada momento difícil —le prometió—. No le tengo miedo, no es mi dueño. Voy a estar para ti cada que-

El felino agradecido cada palabra, tanto así que ya no quiso contenerse. Simplemente abrazó el cuerpo de Angel y le ronroneó en su cuello, causando que se estremeciera.

—De verdad te lo agradezco.

HuskerDust week 2024 🐈‍⬛🕸️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora