capitulo 6 :proteger

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Un mes después de aquella cita, y missa se sentía en las nubes. Había tenido unas cuantas citas más con el alfa, a veces se llegaba a quedar en su casa, incluso dormía en la misma cama que él y se despertaba a su lado.

Si pudiera flotar de la felicidad ya estaría en la luna. Todos en la guardería sabían que él estaba saliendo con el papá de Chayanne y se alegraban por él y por el pequeño.

Más bien, estaban orgullosos de él, pues se había encariñado mucho con el pequeño y lo amaba como propio. No muchos omegas podían hacer eso, la mayoría querían pequeños propios, no de otro omega.

Pero quizás se debió a que chay no tenia ningún aroma de omega y estaba necesitado. Él también lo estaba, lo que más quería era tener cachorros y un alfa. Ser amado y amar.

No sabe si fue un ángel quien escucho su deseo y envió a dos personas para que fuese cumplido. Un alfa necesitando ayuda y amor, y un pequeño necesitando atención y cuidados.

Missa estaba más que dispuesto a dárselos, tenia mucho amor para los dos. Su philza era un alfa atento, quizás aprendió eso por tener que hacerse cargo de un pequeño él solo, pues los cachorros necesitaban de mucha atención.

Le gustaba mucho eso. Le encantaba ver su celular y encontrar pequeños mensajes de philza, le respondía cuando podía, pues tampoco descuidaba a los cachorros, antes muerto que eso.

El pelinegro quería dar otro paso, mudarse con el rubio, así podría estar a tiempo completo con el pequeño chay, pero no sabia si era muy pronto para hacer algo como eso. Podría ser un intruso en el territorio del rubio, sin embargo, ya había estado varias veces en la casa del alfa, y en su cama, y este no mostro ningún signo de molestia.

Ansioso, nervioso e inseguro, esos eran sus defectos, tenia que lidiar constantemente con ellos, pero hacia lo mejor que podía para enfrentarlos, aún cuando las cosas parecían en su contra.

Siempre estaba allí con una sonrisa tratando de ver el lado positivo de las cosas. Nunca se arrepentiría de trabajar en esa guardería y estar a cargo del cachorro, menos de querer ser su madre.

Un día en particular, estaba en su trabajo en la guardería, chay jugaba en el suelo con algunos peluches.

Eran las cuatro y media, los padres iban llegando poco a poco por los pequeños. Todo iba bien, hasta que vio llegar a un señor mayor, su cabello rubio y rizado, tenía los ojos verdes. No le dio buena espina.

Buenas tardes señor, ¿puedo ayudarle en algo? - pregunto cortésmente, tratando de impedir que entrara en el salón a su cuidado. No sabia quien era, no podía dejarlo entrar con los cachorros.

- Vengo por mi nieto - dijo con simpleza y trato de entrar al salón, pero missa se atravesó.

¿Su nieto? Disculpe señor, pero nadie dijo que vendría, ni siquiera sé quien es usted. No puede entrar, si me da más detalles puedo ayudarle - lo único que quería era que se fuera, podía sentir la tensión en el aire, incluso algunos de los otros padres le miraban curiosos por la situación.

Chayanne, ese es el nombre de mi nieto, vengo por el - el corazón de missa dio un vuelco, y sus nervios se encendieron como pólvora.

- No puede llevárselo señor. Philza no me dijo que usted vendría, él es su padre y no puedo dejarla salir sin su autorización - missa solo quería que él se fuera. Philza le había mencionado que no se llevaba bien con la familia de la madre de chay. Nunca lo hizo y eso que solo los había visto un par de veces.

El alfa pareció enojarse, su aroma a cacao se intensifico haciéndole saber que no se iba a rendir tan fácilmente, aún así, se mantuvo en la puerta. No lo dejaría pasar.

¿ᴍᴀᴍᴀ? [ᴅᴇᴀᴛʜᴅᴜᴏ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora