Corazón delator | Blas Polidori

cinco

Después de un rato, Juani y Rebeca salieron de la camioneta, Rebeca le limpió los labios a Juani, fijandose de no haberle dejado manchas de labial, sin darse cuenta de que Blas y Ludovica los miraban sentados en el pasto, aguantando la risa, entonces Juani se da cuenta de que están allí y le indica a Rebeca con los ojos que mire hacia allá. Ella aleja rápidamente las manos de los labios del chico y su piel no tarda en teñirse de aquel característico color rojo que tomaba cada vez que algo la avergonzaba.
- ¿Estaban acá? No los vimos volver. - Dijo Juani algo nervioso.
- Si, hace un rato, ya. - Responde Blas, con una sonrisa picara.
- Que raro, no nos dimos cuenta. - Dice Rebeca, con la cara prácticamente bordo.
- Si, que raro ¿no? - Dice burlonamente Ludovica y se mira en forma complice con Blas.
- Rarísimo. - Le sigue la joda el.
Entonces Ludovica y Blas se separan y se levantan del pasto, ella le devuelve su campera acompañada de un "Gracias", el le responde con una sonrisa.
Entonces se meten los cuatro a la camioneta otra vez, aunque intercambiando lugares, Ludovica y Blas en el asiento trasero y Juani y Rebeca en el de piloto y copiloto. El estéreo aún funciona así que siguen escuchando musica, mientras tanto comen las papitas y los chocolates y hablan de cualquier cosa. Después de acabarse la comida y hablar de todas las boludeces que se les hayan podido ocurrir, deciden dormir.
Blas y Ludovica están sentados uno junto al otro, los ojos de ella comienzan a cerrarse y su cabeza cae sobre el brazo de Blas, entonces ella se despierta por el pequeño impacto.
- Perdón, tengo sueño. - Se disculpó.
- Quédate, no me molestas. - Le dijo.
Ludovica entonces usa el brazo del chico de almohada y finalmente duerme.

...

La luz del sol que entra por la ventana despierta a Ludovica, entonces se levanta del brazo de Blas y lo ve, pacíficamente dormido, con los rulos despeinados y el cachete aplastado contra el asiento, inconscientemente no puede evitar sonreír ante esa escena. Rebeca continúa dormida a diferencia de Juani que esta afuera de la camioneta con su celular, Ludovica se baja a hablar con el, después de conversar un ratito, deciden llamar a la grúa. Mientras Juani llama, ella va a despertar a Blas y a su hermana para que desocupen la camioneta.
- Ey, Blas, despertate. - Le dice bajito para no asustarlo, mientras lo mueve despacito del brazo, el la ignora sin demasiado esfuerzo. - Ey Blas.
Entonces le corre algunos rulos de la cara y lo mira unos segundos.
- Me cuesta pensar recién despierto, peor si vos me miras así. - Dice el con la voz lenta y algo grave de recién despierto.
Ludovica se sobresalta, pensaba que estaba dormido. Sus mejillas toman un leve tono rojo.
- Dale, vamos que en un cachito llega la grúa.
Entonces se bajan del auto y esperan a la grúa, al remis que las pase a buscar y a Felipe y a Priscilla.
...

Cuando la grúa llegó se bajó un hombre amable que se llevó la camioneta al taller, unos minutos después también aparecieron Pipe y Priscilla, bastante acaramelados. Los chicos se quedaron con ellas esperando a que llegue el remis que las llevaría a casa, cuando este llego, se despidieron.
- Chau, Juani. - Lo saluda Rebeca dispuesta a darle un beso en el cachete, el le roba un piquito en los labios.
- Chau Rebe. - Dice el mientras sonríe al verla sonrojarse.
Ludovica rie para si al ver la escena, entonces es el turno de ella de saludar a Blas.
- Chau, Lu. - La saluda Blas colocando una mano en su cintura y dejando un suave beso en su mejilla.
- Nos vemos, Blas. - Se despide ella.
Antes de irse le da un ultimo vistazo al rostro del chico, este le sonríe y después se suben al vehículo.
Durante el viaje las tres chicas conversan bajito, para no molestar al chofer, sobre lo qué pasó el día anterior.
- ¿Y a donde se fueron vos y Felipe? - Le pregunta Ludovica a Priscilla.
- Fuimos a una estación de servicio, comimos algo y después dormimos en un hotel.
- ¿En camas separadas?
- No. Pero no pasó nada, en serio.
Las hermanas Fiore casi gritan al escuchar lo que les contaba su amiga.
- ¿Nada de nada? ¿Segura? - Preguntó Rebeca
- No, nada.
- ¿Ni un beso?
- Bueno... un beso si. - Admitió Priscilla.
- ¿Y? ¿Te gusto?
- Si... es lindo. - Admitió la rubia, para después cambiar el foco de la conversación. - Bueno, córtenla conmigo ¿Ustedes que hicieron?
- Compramos para comer y me quedé con Blas afuera de la camioneta. - Respondió Ludovica.
- ¿Por que afuera?
- Pregúntale a Rebeca. - Dijo Ludovica en un tono picaro, provocando que rebeca se vuelva a poner roja y que Priscilla abriera grande los ojos.
- ¡¿Te lo comiste?! - Le grito Priscilla a su amiga, el chofer se dio vuelta malhumorado, entonces volvió a susurrar. - ¿Y?
- Si... - Contesto casi en un susurro.
Siguieron hablando bajo de Juani y Felipe hasta que Priscilla se percató de que su amiga Ludovica no había contado nada:
- ¿Y vos con Blas, que paso?
- Nada ¿Por? - Respondio Ludovica.
- ¿No te beso? - Pregunto su hermana.
- Nop.
- Pero si cuando yo salí de la camioneta con Juani, el te estaba abrazando, y vos tenias puesta su campera.
- Si pero porque tenia frío.
- Dale, Lu. Esa no te la crees ni vos. - Intervino Priscilla.
- Fue copado, nada más. - Justifico Ludovica.
- ¿Que, no te gusta?
- Yo no dije eso.
- Entonces si te gusta. - Afirmo su amiga.
- Tampoco dije eso, pero no sé... puede ser que si. - Admitió finalmente.

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Mientras tanto en el auto de Felipe la conversación era similar.
- ¿Que hicieron vos y Priscilla? - Le pregunto Juani chismoso.
- Nada, comimos y dormimos en un hotel. - Contesto Pipe mientras manejaba.
Blas que iba de copiloto cebando mate alzó las cejas.
- ¿En un hotel... juntos? - Inquirió Juani.
- Si, pero tranqui. No pasó nada, besos nomás. - Aclaró Pipe antes de que sus amigos pensaran mal, aunque ya lo habían hecho. - ¿Y ustedes?
- ¿Nosotros que?
- Como les fue ¿Ludo sigue siendo "el amor de tu vida", Blas? - Se le burlo Pipe por como se había referido Blas a Ludovica en "la Moria"
- No sé pero si sé que me gusta. - Respondió Blas.
- ¿Y vos le gustas a ella?
- No sé.
- ¿Como no sabes?
- Y no. No leo mentes por ahora. - Contestó irritado.
- ¿Y pero no la encaraste?
- No...
- No podes ser tan lento amigo. - Lo reprendió Pipe.
Mientras tanto Juani en el asiento de atrás se había quedado callado, moviendo los dedos sobre la pantalla de su celular.
- ¿Que haces ahí? ¿No estarás hablando con Rebeca, no? - Le preguntó Blas.
- Adivinaste. Me dijo que seguro vaya a un boliche hoy... ¿me segundean?
- Pregúntale si va la hermana. - Le ordenó Blas.
- Dice que si. - Contesto Juani rápidamente.
- ¿Y Pri? - Pregunto Pipe.
- También va. - Volvio a contestar Juani. - ¿Entonces me acompañan?
Ambos aceptaron inmediatamente.
Esa misma noche volverían a ver a las tres chicas que los habían conquistado el día anterior.

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