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Habían pasado años, desde aquellos sucesos, Playco había sido clausurado hace mucho tiempo luego de que se descubrieran los experimentos que se llevaban a cabo en aquellas instalaciones, la "hora de la alergia" nunca ocurrió ya que Catnap nunca cayó en las falsas promesas del prototipo, y gracias a un trabajador desconocido el prototipo fue detenido a tiempo.

A los juguetes que vivían dentro de las instalaciones se les dió la opción de quedarse o irse de ellas, la mayoría decidió irse y conocer el tan anhelando mundo exterior, todos menos uno.

En sweet Home justo en el centro de las antiguas casas de los ya extintos Smiling Critters al lado de un gran árbol se encontraban varias tumbas que tenían nombres grabados "Hoppy Hopscotch", "Pickypiggy" "Kickinchicken" "Bubbaphant" "Bobby Bearhug" "Craftycorn" y justo en el centro de estás una que tenía grabado el nombre "Dogday" en todas ellas tenían colocadas los colgantes que alguna vez le pertenecieron a los miembros de los smiling critters.

Los únicos que quedaban dentro de Playco eran los mini smiling critters y un gran gato morado, el cual acababa de dar su ronda matutina por toda la fábrica, cuidando que no entrará ningún intruso.

El tiempo había pasado factura al gato, ahora era mucho más alto, su pelaje perdió brillo y se hizo más áspero y descolorido, se podían notar como sus costillas sobresalían de su pecho y abdomen, ya no tenía la misma agilidad que antaño y hacé tiempo que perdió la capacidad de soltar su humo rojo. Y eso no lo detenía de seguir cuidando las tumbas y las instalaciones.

Se recostó sobre la tumba de Dogday mientras varios de los mini smiling critters se acurrucaban junto a el, sintió como un mini smiling critter parecido a Dogday se acomodaba entre sus brazos, algo que le pareció tierno al gato, miró atrás para contemplar las tumbas de sus antiguos compañeros y amigos.

~Nunca creí que diría esto, pero realmente los extraño~ se dijo a si mismo mientras acariciaba la cabeza del mini Dogday, recostó su cabeza sobre sus brazos y empezó a cerrar sus ojos para poder dormir.
Antes de caer dormido recordó todos los momentos de su vida, desde el momento que llegó con los smiling critters, como conoció a Dogday, todas las veces que rieron juntos, aquella tragedia y mucho más. Finalmente se pudo perdonar a si mismo por todos los errores que cometió a lo largo de su vida. Y cayó en un profundo sueño.

Del cuál no volvió a despertar.


























Catnap abrió los ojos un poco confundido, miro para todos lados e inmediatamente reconoció aquel prado verde y detrás de el escuchó una voz familiar.

☀️~Te estuvo esperando My Moon~🌙

Finalmente la Luna y el Sol pudieron estar juntos, en su propio Cielo.

Desde mi cielo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora