𝔠𝔞𝔭í𝔱𝔲𝔩𝔬 𝔫𝔲𝔢𝔳𝔢

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Taehyung se tambaleó hacia atrás y Jungkook rápidamente lo tomó. Yoongi y Jimin se movieron frente a él, cada uno con estacas en ambas manos y sin apartar los ojos de la amenaza, ellos lentamente anduvieron para atrás, fuera de la habitación. Vio a uno de los soldados de infantería dar un paso antes de doblar la esquina.

Jungkook gritó. ― ¡Agárrense!

Todos extendieron sus manos, tocándose, y saltó. De repente, se encontraron todos en un callejón oscuro, y no cualquier callejón, fue detrás del club de Namjoon, en Londres. Taehyung observó a los siete vampiros cerrados alrededor de él, profundamente escaneando su entorno, antes de que Jungkook lo jalase contra su cuerpo.

Namjoon se echó a reír. ― ¡Bueno, eso fue divertido! ― dijo. Sus ojos se iluminaron y su sonrisa era enorme, daba la apariencia de un niño travieso en lugar de un vampiro. ― Taehyung, eres un tesoro. Primero las momias y ahora las estatuas cobran vida delante de ti.

― Si ustedes están bien, nosotros seguiremos nuestro camino. ― Jungkook dijo con firmeza, ignorándolo.

― Sí, claro. ― Namjoon le restó importancia. Ambos, Davis y Rose asintieron, pero mantuvieron los ojos en Taehyung, muy abiertos del susto. ― Manténgame informado. ― continuó. ― Y recuerda, si necesitas números en China, sólo házmelo saber.

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Tan pronto como sus pies golpearon tierra firme y vio la sala de estar de la casa en Japón, Taehyung suspiró con alivio. Eleanor esperó expectante y luego habló.

― Vi lo que pasó, sólo un momento antes de que sucediera. No había manera de avisarte. Sabía que habría respuestas, pero no me esperaba que fuesen tan precipitadas ― dijo.

― ¿Respuestas? ― Jungkook se quejó. ― Todo lo que tenemos ahora son más preguntas.

Taehyung ignoró la discusión. ― ¿Dónde está mi padre?

― Duerme, y Hoseok se encuentra de guardia. ― dijo Eleanor. ― Taehyung, lo siento por no avisarte. Siento que mi don a tu alrededor es cada vez más insignificante. La brecha entre la visión y la ocurrencia real está disminuyendo. O tienen un manto, o tu sangre afecta lo que veo, no lo sé.

Jungkook suspiró y miró a la mujer. ― Lamento mi mal humor. Parece que los efectos que Taehyung tiene son de amplia difusión.

Eleanor asintió al anciano. ― Tu disculpa es humildemente aceptada, a pesar de que tu preocupación esté justificada. No tengas miedo de ofender. Nosotros vamos a superar estos tiempos difíciles, Jungkook.

La cabeza de Taehyung comenzó a nadar con cada salto y eventos de la noche.

La frente de Jungkook se frunció. ― Tae, ¿estás bien?

Taehyung se inclinó hacia él, queriendo su calor y fuerza, le abrazó tan fuerte como pudo, y suspiró profundamente. Él no necesitaba responder con palabras, por lo que Jungkook respondió de la misma manera. Jimin se despejó la garganta.

― Vamos a empezar a investigar los efectos del albañil y las influencias. ― dijo. ― Únete a nosotros una vez que Taehyung esté dormido.

El azabache asintió en respuesta, y sin decir una palabra, tomó la mano de Taehyung y lo sacó fuera de la habitación. Supuso que Jungkook de alguna manera sabía que había tenido suficiente de saltos para un día, porque caminaban.

La habitación al final del pasillo largo estaba oscura y apenas podía distinguir la cama. Fue una cama baja estilo futón que era muy atractiva y suave. Se quitó la ropa, a pesar del frío del cuarto y se acostó boca abajo en el colchón.

La Llave de Jungkook #2 [kt]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora