Peter Parker y Laura Kinney: Una Alianza Entre Héroes

Capítulo 1: La Oferta de Logan

El silencio en la oficina de Logan era tan denso que se podía cortar con un cuchillo. La estancia, iluminada por la luz anaranjada de una lámpara de escritorio, era un reflejo del hombre que la ocupaba: austera, funcional, y cargada de historias que nadie se atrevía a preguntar. Las paredes estaban adornadas con antiguos mapas, fotos descoloridas de sus días con los X-Men, y un par de trofeos de caza que parecían fuera de lugar en una escuela.

Detrás del escritorio, Logan tamborileaba los dedos contra la madera mientras observaba a su interlocutor. Peter Parker, vestido con ropa informal —jeans, una camiseta sencilla y una chaqueta de cuero desgastada—, revisaba el documento que tenía frente a él. Sus ojos recorrían cada línea del contrato que Logan le había entregado, mientras hacía girar un bolígrafo entre sus dedos con una destreza que delataba su identidad como Spiderman.

"¿Qué opinas?" gruñó Logan, rompiendo finalmente el silencio.

Peter no levantó la vista de los papeles. "Opino que este contrato tiene más cláusulas que las normativas de Tony Stark para un evento de Avengers. Y eso ya es mucho decir."

Logan soltó un gruñido que podría haber sido una risa. "No espero que leas todo, Parker. Solo necesito que entiendas lo básico: enseñarás físico-química a un grupo de adolescentes que tienen más energía y problemas de los que deberías enfrentar en toda una vida."

Peter dejó el bolígrafo sobre el escritorio y se recostó en la silla. "¿Y por qué yo, Logan? Hay miles de personas más calificadas que un tipo que balancea ecuaciones químicas entre peleas con villanos."

Logan cruzó los brazos y lo miró fijamente. "Porque no quiero a alguien común y corriente. Necesito a alguien que entienda lo que es ser un marginado. Tú sabes lo que es no encajar, Parker. Y tienes la paciencia para lidiar con mocosos problemáticos. Lo he visto."

Peter se rascó la nuca, incómodo con los halagos. "No sé si paciencia sea la palabra adecuada. Más bien diría que tengo mala suerte y por eso termino en estas situaciones."

Logan se inclinó hacia adelante, apoyando los codos sobre el escritorio. "Mira, Spidey, esto no es solo un trabajo. Es una oportunidad para hacer una diferencia. Estos chicos no solo necesitan aprender química; necesitan aprender a sobrevivir en un mundo que los odia. Y tú eres perfecto para enseñarles eso."

El silencio volvió a llenar la habitación mientras Peter meditaba las palabras de Logan. Finalmente, exhaló profundamente y tomó una decisión.

"Vale."

Logan levantó una ceja. "¿Vale? ¿Eso significa que aceptas o que vas a empezar a regatear?"

Peter dejó el contrato sobre la mesa con un golpe seco y alzó tres dedos. "Acepto, pero bajo tres condiciones."

Logan gruñó, pero asintió. "Adelante."

"Primero, nada de telépatas husmeando en mi cabeza. Mis pensamientos son míos, y no quiero sorpresas."

"Eso se puede arreglar. ¿Qué más?"

"Segundo, quiero trabajar como Peter Parker, no como Spiderman. Quiero mantener mi vida de civil lo más separada posible. Nada de trajes, nada de telarañas, nada de 'amigo del barrio'."

Logan se rascó la barbilla. "Mmh… eso podría ser complicado. Pero entiendo tu punto. ¿La tercera?"

"Quiero una lista completa de los estudiantes que estarán en mis clases. Necesito saber a quiénes estoy a punto de enfrentarme."

Logan soltó una breve carcajada. "¿Enfrentarte? ¿Crees que vas a pelear con ellos?"

Peter lo miró con seriedad. "Si tienen la mitad de la actitud que tú tenías cuando eras joven, entonces sí, me estoy preparando para una guerra."