Capítulo 5: El Destino en las Estrellas
La relación entre Alex y Liam florece, pero el pasado de Liam amenaza con separarlos. En medio de secretos y confesiones, descubren que el destino tiene otros planes para ellos.
El apartamento de Alex y Liam se llenó de risas y susurros. Cada día, compartían más que palabras; compartían sus almas. Pero el pasado de Liam seguía siendo un misterio, una sombra que se cernía sobre su amor.
Una noche, mientras observaban las estrellas desde el balcón, Liam tomó la mano de Alex. La luna brillaba como un faro en la oscuridad.
—Alex, hay algo que debes saber —dijo Liam, su voz temblorosa—. Mi pasado no es tan simple como parece. Hay secretos que he guardado durante mucho tiempo.
Alex apretó la mano de Liam, sintiendo la tensión en el aire.
—¿Qué tipo de secretos, Liam?
Liam miró al cielo, como si buscara respuestas entre las constelaciones.
—Soy hijo de una familia adinerada, pero también soy un fugitivo. Hace años, me enamoré de alguien prohibido. Alguien que pertenecía a un mundo peligroso. Cuando las cosas se complicaron, escapé. Cambié mi nombre y mi vida. Pero el pasado siempre regresa, ¿verdad?
Alex sintió un nudo en la garganta. ¿Cómo podía Liam haber vivido una vida tan turbulenta? ¿Y quién era esa persona que lo atormentaba?
—¿Quién era ella? —preguntó Alex.
Liam cerró los ojos.
—Era Elena, la hija de un mafioso. Nos amábamos, pero nuestras familias eran enemigas. Cuando descubrieron nuestra relación, todo se desmoronó. Prometí protegerla, pero no pude. Ella desapareció, y yo hui.
Alex acarició el rostro de Liam.
—No tienes que enfrentarlo solo. Juntos, podemos superar cualquier obstáculo.
Liam lo miró con gratitud.
—¿Crees en el destino, Alex?
Alex sonrió.
—Creo que las estrellas nos guían hacia donde debemos estar. Y tal vez, solo tal vez, nuestro encuentro no fue casualidad.
Liam se acercó y lo besó, como si quisiera sellar sus palabras en el universo.
Y así, bajo el manto estrellado, Alex y Liam se prometieron enfrentar el pasado juntos. Sus corazones latían al unísono, como dos estrellas que se alineaban en el firmamento.
