F o u r.

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Después de ese incidente en los dormitorios del hospital ninguno de los dos doctores volvió a cruzarse al otro. El ambiente era bastante raro entre ellos, si se veían no se hablaban pero habían pequeños roces intencionales que confundían las cosas. Lo que sí, no es que por tener sexo Romero se olvidó el incidente con su paciente embarazado, todas las noches seguía diciéndose así mismo y a los que le contaba la historia que él podía salvarlo, lo pudo salvar de no ser que cierto pediatra se concentró en un pobre cachorro el cual terminó en un centro de adopciones porque no tenía a nadie más que se haga cargo de él.

Saliendo de sus pensamientos, ahora debía concentrarse en los dos nuevos pacientes menores de edad que entraron a urgencias. Su área era cardiologia, sí, pero se rompió el lomo estudiando más de 10 años como para no poder atender otras emergencias.

- ¿Qué tenemos?

Preguntó mientras se ponía sus guantes y Nahuel, jefe de enfermería y otro de sus mejores amigos apareció.

- Cachorros de 15 y 14 años que manejaban drogados una motocicleta y chocaron. Los paramedicos no detectaron ninguna anomalía cuando llegaron al lugar pero siguen drogados.... y son Ciro y Mateo, los hijos del jefe.

No supo si reírse o maldecir por la situación que tenía en frente, pero qué mejor que un padre para encargarse de sus propios hijos... aunque por reglamento no iba a poder atenderlos.

- ¿Qué se metieron?

Preguntó mientras se acercaba a Mateo, el mayor de los dos y revisaba sus pupilas que estaban completamente dilatadas, casi no se veía su iris.

- Lo mismo que vos.

Bromeó el enfermero y Romero lo miró mal. Los tres eran conocidos como "la banda del palo santo" junto a licha desde su residencia y no era por nada, no estaba bien, pero los doctores necesitaban relajarse luego de guardias estresantes, y cuando las horas de sueño no eran suficiente uno que otro porro (marihuana) podía servir.

- ¿Brownies espaciales?

Preguntó viendo rastros de chocolate en las comisuras de sus labios y Nahuel asintió. Suspiró con pesadez, les pasó suero a ambos cachorros y luego fue a la oficina del jefe para darle la noticia.

- ¿Dos cachorros menores de edad drogados?! Por dios, que es la juventud de hoy en día, no puedo creer que los padres no controlen a sus hijos como se debe, es una decepción.

Antes de siquiera revelarle la identidad de ambos chicos, Emiliano ya se estaba dirigiendo a urgencias porque pensó que Cristián iba a querer derivarle el caso, no le extrañó porque sabía que no le gustaban los niños y que tampoco iba a ir a recurrir a pediatría.

- Emiliano esperá, antes de que los veas tengo que decirte que son-

- ¿¡MIS HIJOS?!

No terminó de hablar porque vió a ambos a lo lejos acostados sobre la camilla y delirando. Suspiró nuevamente y se acercó a su jefe tomandolo de los hombros.

- Sí, son ellos... por reglamento no los podes atender, pero yo sí y lo tengo bajo control así que tranquilo... deberías llamar a tus esposos para que los busquen.

- Sí... sí, voy a hacer eso.

El pobre hombre se dió la vuelta para poder llamar a sus parejas aún en shock por encontrarse a quienes eran sus bebés en ese estado, no tenían idea de donde sacaron la droga y mucho menos una moto.

Después de ese incidente, al no tener ninguna cirugía pendiente, Romero se dirigió a neurología para entrar en la oficina del jefe y encontrarse con su mejor amigo ahí adentro.

— Hola chiquita, me extrañaste?

Le preguntó con diversión mientras se acostaba en el sillón que había dentro junto al escritorio en donde estaba sentado Lisandro.

— Muchísimo, no te haces una idea.

Respondió sin apartar la vista de un expediente, pero luego suspiró y miró al contrario.

— ¿Cómo te sentís hoy?

— Estoy bien, ya te dije que es estrés por el trabajo, siempre me pasa.

Desde que atendió al alfa en celo pasaron 2 semanas exactamente casi 3, el mismo día corrió a contarle a licha todo lo sucedido quién lo escuchaba con atención, asco y diversión a la vez.

— ¿Me estás diciendo que tus mareos, vómitos, antojos por cosas dulces en cualquier momento e irritabilidad son por "estrés laboral"?

Preguntó remarcando cada uno de los síntomas con claridad esperando que el cordobés se diera cuenta de a donde quería llegar, pero parecía no entender. No era nada nuevo que, Romero era un excelente doctor para sus pacientes, pero cuando se trataba de él parecía que sus conocimientos en la medicina eran nulos.

— Sí, tendría que empezar a medicarme porque me duele la cabeza últimamente y es más duradero que lo normal.

Respondió con los ojos cerrados planeando tomar una siesta por lo menos de una hora. Sin moverse de su posición escuchó como Lisandro se levantaba y salía de la oficina sin decir nada, supuso que iba a buscarle una manta o irse a atender pacientes, no sabía ni le importaba.

Sólo no esperaba que después de unos 10 minutos volviera acompañado con un olor que reconocía a la perfección. Se sentó de golpe en el sillón y los miró con el ceño fruncido notablemente.

— ¿Qué estás haciendo?

— Te abro los ojos.

Dijo Lisandro antes de salir de su oficina rápidamente dejando a Cuti encerrado con Heungmin, quien tenía una mala cara.

— Me dijo que necesitaba revisarte porque no te encontrabas bien... y que debía ser yo quién lo haga.

Explicó sin muchos ánimos de estar metido ahí adentro. Desde que entró sintió un olor a cachorro bastante suave, pero notorio que provenía del moreno frente a él, no entendía como no se daban cuenta que se trataba de un claro embarazo y estaba seguro que debía ser de licha. Siempre que los veía por los pasillos se veían muy cercanos, bromeando o teniendo roces así que asumió que eran pareja. Por eso mismo se alejó de Romero y se sintió muy mal cuando se enteró que obligó a ese omega a serle infiel a su alfa.

— Hacelo rápido así podemos salir de una vez.

Se sentó sobre el escritorio del jefe de neurología y dejó que el asiático comience a revisarlo. Le hizo un chequeo general y después se concentró en su abdomen. Ciertamente lo veía un poco más hinchado pero supuso que debía ser estreñimiento o alguna mierda así, aunque no se sentía como tal.

Unos minutos de silencio que parecieron eternos transcurrieron hasta que Heungmin se apartó de nuevo y lo miró.

— Felicidades, van a ser padres, estás embarazado.

Realmente estaba seguro que Romero estaba con Martinez, pero la reacción del omega le hizo dudar porque ahora lo miraba entre sorprendido y molesto.

— ¿Qué? ¿Son Heungmin, me embarazaste en tu celo?

Se quedó helado al escucharlo y ahora sí que no entendía nada, ¿cómo que era suyo?

— No bromees con eso...

Dijo nervioso.

— No estoy bromeando, sos la única persona con la que tuve sexo en este hospital!

— Felicidades, van a ser padres!

Entró Lisandro más feliz que la no-pareja y los abrazó con fuerza.

— Siempre quise ser tío.

Parecía el único emocionado ante esta noticia.

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⏰ Última actualización: Mar 03 ⏰

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Cuti's Anatomy [CUTISON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora