En medio de lo extraño surge algo como de la nada se crea algo

CAP 10: ¿ir de compras a las 9 am?

-hey, ¿que tal la reunión
de ayer?-

-estuvo bien, supongo-

-estuvo genial para mi-

...

-oye, gordito, quizás
deberíamos hacer esto
más seguido-

-¿con quien te mensajeas Moxx?-

La voz de Blitzø alteró al pequeño de cuernos quien lanzaba su celular al aire y rígido como una tabla de madera se quedaba en su lugar mientras lo miraba.

-emmmm, ¿con nadie?-

-ayajá-

El Imp de cuernos alargados tenía una sonrisa pícara al observar el celular de su empleado ir por una ventana notando el nerviosismo de este

-¿parece que encontraste a alguien más?-

-¡¿Que?! Digo...¡Claro que no!-

-vamos Moxxie, ya pasó casi un año y medio,al menos deja de auto sancionarte con estar solo, al menos encontraste a alguien con quien compartir y eso está bien-

El silencio de su empleado le empezó a incomodar

-¿Que?-

-Blitz, ¿Desde cuándo hace comentarios inteligentes?-

-a veces se me salen de forma natural-

Un ligero golpe en la cabeza de Moxxie anunciaba que harían algo los dos y que no habría un no de respuesta a lo que él algo incómodo accedía con un suspiro.

• • •

La camioneta era un poco ruidosa aunque era costumbre que hiciera ese tipo de sonidos, en silencio, Moxx dirigía su mirada a la de su jefe notando su expresión perdida y confusa

-¿ocurrio algo?-

-¿mm? No nada, solo es que...creo que bebí mucho ayer y me quedé dormido en mala postura, es todo-

-...es...¿lo de Ozzie's?-

-...-

El silencio lo decía todo, no hacía falta ser un genio que la fiesta previa de hace dos noches le había afectado, la decoración de perrito en el espejo retrovisor hacía de entrenamiento silencioso para Moxxie quien no quería incomodar con más preguntas o con alguna conversación incómoda, aparte de no saber cómo hacerlo sentir mejor de alguna manera.

• • •

-¡Mira, ahí está el supermercado!

Maldiciendo un poco por no colocarse el cinturón de seguridad Moxxie se iba a los asientos traseros por culpa del cambio de manejo brusco de su jefe quien entre varios vehículos se las arreglaba para conseguir un sitio de estacionamiento antes de muchos otros

-ya llegamos-

-sí...salimos...vivos-

La risa no se hacía esperar debido a que la voz del pequeño Imp era sofocado por el suelo en donde tenía aplastado su cara, luego de unos momentos donde trataba de reincorporarse y ser llevado por Blitzø al centro comercial para poder comprar ropa y cosas.