Era una noche normal, al igual que las otras, al ser aún las 7, las calles seguían teniendo personas caminando, carros pasando, bicicletas andando.
Pero de repente y entre todo el bullicio de aquella ciudad, una pequeña luz morada, casi visible, descendió de las nubes, su aterrizaje incierto termino en la maleza de una carretera y se estableció igual que una planta en la tierra.
Esa pequeña luz comenzó a tornarse oscura y mientras pequeñas chispas salían de ella su tamaño iba incrementando.
Los animales con el sexto sentido que no poseemos los humanos presentían peligro, los perros aullaron desesperados, las aves volaban por doquier alborotadas, y los gatos gruñían hacia el lugar donde la bola crecía.
Y en todo ese alboroto cuatro adolescentes cruzarían camino aquella noche normal, ya no tan normal.
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La bola
Randomlas personas jóvenes empiezan a correr hacia unas estrañas bolas negras, son succionados y no se vuelven a ver.