Flechazo ; Larry X Lawrie

I

— ¡Ey! ¡Alto ahí! ¿¡Qué creen que están haciendo!? — gritó Lawrie al momento de abrir la puerta de la oficina donde guardaban el dinero proveniente de las entradas. Su hermano Larry, ambos armados, lo acompañaba estando a su lado.

Los ladrones salieron corriendo llevándose consigo bolsas llenas de dinero. Larry y Lawrie salieron corriendo tras ellos intentando bajo todos los medios posibles atrapar a los infractores.

— ¡Corren demasiado rápido, Lawrie!

— ¡No importa! ¡Ve más rápido, Larry, están a punto de escaparse! — Exclamó Lawrie intentando poner toda la fuerza que podía permitirse por la fuerte persecución.

Larry perseguía a los ladrones intentando no causar problemas o molestias a los visitantes del parque. Lawrie, por otra parte, estaba tan concentrado en seguir a los ladrones que no tenia tiempo para poder darse si cuenta si empujaba a los visitantes o causaba alguna molestia. Larry siempre procuraba pedir disculpas en nombre de su hermano, aunque cada disculpa se volvía más difícil mientras seguían persiguiendo a los ladrones.

En un instante, los ladrones parecieron desaparecer, perdiéndose entre el bullicio del parque aquel día y causando que los dos hermanos los perdieran por completo de vista.

— ¡Mierda! — soltó Lawrie, totalmente furioso y frustrado. No podía creerse que unos simples ladrones sin ni siquiera poseer armas hubieran sido capaces de escaparse del parque, burlándose por completo de la seguridad.

Con rabia, Lawrie lanzó su arma con todas sus fuerzas al suelo, le había resultado inutil haber tenido una ventaja como lo era esa. La frustración lo invadió, inconscientemente sentía que toda la culpa era de su hermano, si no hubiera tenido que andar teniendo cuidado con todo el mundo que pasaba por su camino, podrían haber atrapado a los ladrones y el dinero del parque seguiría en su lugar.

Larry notó la ira de su hermano pero después de verlo lanzar su arma con tal fuerza, se llegó a asustar. Aquella reacción no era normal, incluso para alguien tan obsesionado con las reglas como Lawrie. Después de arrojarla, Lawrie miró con odio a su hermano, y sin haber pronunciado una palabra, Larry supo que su hermano, en ese momento, no podía ni verlo.

— Iré a revisar las cámaras de seguridad, a ver si logro encontrar por dónde se fueron. — dijo Lawrie, seco y sin miramientos, dejando su arma completamente rota en el suelo antes de irse. Larry fue el que tuvo que recogerla y llevarla al almacén, esperando que aún pudiera arreglarse.

Larry se sintió totalmente culpable, por culpa de su amabilidad, permitió que unos ladrones se llevaran todo el dinero de la caja ese día. Mientras tenía el arma de su hermano entre las manos, llevándola al almacén, sus ojos parecía que se empezaban a poner vidriosos. A Lawrie nunca le gustó esa amabilidad que su hermano acostumbraba a tener.

Obvio se querían. Como hermanos, pero Lawrie siempre consideró a Larry como alguien demasiado infantil e inmaduro como para dirigir la seguridad de un parque. Por eso él siempre acababa siendo el que vendía las entradas y tenía que estar bajo la supervisión de Lawrie, lo cual hacía más difícil la tarea de mantener la seguridad del parque.

Larry dejó el arma en el almacén y regresó a su puesto de trabajo, no atreviéndose a ir a las cámaras de seguridad junto a su hermano. Sabía que la situación estaba demasiado tensa, y Lawrie no podría soportar su presencia.

Con el día llegando a su fin, el turno de los hermanos concluyó. Larry recibió una llamada de R-T y, al contestar, fue recibido con el siguiente mensaje.

— Larry, necesito que vengas al cuarto de vigilancia, ahora.

Al entrar, Larry se encontró con su hermano, pero parecía que evitaban cruzar miradas. Enseguida, los dos se incorporaron cuando R-T empezó a hablar.