Flechazo ; Larry X Lawrie

II

— Ya hemos llegado — Decia Lawrie, marcando su llegada junto a Larry.

R-T se giró, esperando que la llegada de los dos hermanos en medio de la noche hubiera traído buenas noticias.

— Y bien, ¿Teneis el dinero?

— Aquí está — Respondió Lawrie dejando a R-T las bolsas con el dinero que habian conseguido encontrar después de la pelea con los ladrones.

— Lo que no sabemos es si está todo — Tuvo que decir Larry con preocupación — Las bolsas parecen que son más ligeras de lo normal.

R-T rápidamente procedió a abrir las bolsas, las que como ya se dijo, se notaban mucho más livianas, dando indicios de que gran parte del dinero había sido extraviado. Al abrirlas, R-T vio que gran parte del dinero ya había sido sacado, parece ser que los ladrones ya se habían gastado gran parte del dinero.

R-T dejó escapar un suspiro largo y profundo. A pesar de haber localizado el escondite de los ladrones, no lograron recuperar todas las ganancias que el parque acababa de perder. El silencio que siguió expresaba la inquietud compartida por los dos hermanos.

Larry y Lawrie se habían aventurado en el pantano en busca de los ladrones. Después de una pelea larga y exigente, que terminó con la huida de los maleantes, lograron recuperar las bolsas de dinero, solo para darse cuenta de que parecía que todo había sido en vano.

Además, experimentaron ese extraño efecto tras haber sido alcanzados por las flechas de Angelo que los dejó con un desconcierto emocional. Se sentían extrañados por la extraña conexión que surgió entre ellos que nunca habían experimentado, como una sensación de amor que intentaban ocultar el uno del otro.

— Era de esperarse que los ladrones se hubieran gastado ya gran parte del dinero. Fue ingenuo pensar que podríamos recuperarlo tan fácilmente — comentó R-T con resignación. — En fin, ya he notificado los hechos a las autoridades y mandaran a varios policías para capturar a los ladrones y llevarlos ante la justicia

— Unos policías de verdad.  — añadió, levantándose de su silla y clavando su mirada en los dos hermanos

Larry y Lawrie se sintieron heridos y avergonzados por la acusación de R-T, pero sabían que, en cierto modo, tenía razón.

— Os pido que sigáis vigilando durante el resto de la noche, para asegurarnos de que no haya más intrusos — concluyó R-T, volviendo a dirigirse a controlar toda la actividad que sucedía en el parque.

Larry y Lawrie salieron de la sala de control para cumplir con lo que R-T les pidió que hicieran, vigilar el parque en caso de que otro intruso intentara quebrar la tranquilidad de este, aunque estuviera cerrado.

Larry y Lawrie se fueron por lados opuestos para evitar verse. Poco les importaba la reprimenda de R-T, estaban más preocupados por esos sentimientos tan confusos que habían empezado a desarrollar el uno del otro.

Larry estaba demasiado desconcertado, siempre había querido y admirado a su hermano sobre cualquier persona del parque, pero era tan confuso como esos sentimientos se habían empezado a
tornarse diferentes.

¿Porque de repente se sentía... enamorado?

Cada vez que estaban cerca, experimentaba una sensación de calma y atracción hacia él. Sin embargo, el miedo al rechazo lo hacía dudar de sus emociones y no querer acercarse a él, aunque en el fondo anhelaba estar más cerca de él que nunca.

Larry se sentía abrumado por el temor al rechazo de Lawrie. Su hermano era muy estricto en cuanto a cumplir las normas, las posibles consecuencias de que sus sentimientos fueran descubiertos lo hacían desear alejarse, aunque sabía que esa idea solo aumentaba su dolor.