The Library's symphony (Dahlia's melody)

7. Una nueva vida

Habían pasado un año de todo eso. Cada uno de nuestros amigos, tenía una nueva y mejor vida. Pero no por ello iban a haber dejado de ser amigos y haber perdido el contacto. Aunque cada uno tenía sus cosas, claro.

Jack había conseguido que se imprimieran más copias de su libro, pero no era eso lo que le hacía feliz. Le hacía feliz su nuevo (y primer) trabajo en la librería junto a Carter y Sarah. El negocio iba mejor que nunca gracias a las combinaciones de ideas de esos tres.

Y os estaréis preguntando "¿Y qué hay de Dahlia?". Bueno, ella realmente había reformado  con ayuda de los demás su casa. Digamos que ahora mismo vamos a ver cómo está, ¿os parece?

 Era el atardecer de un frío día de marzo y Dahlia estaba observando el paisaje desde la ventana de la biblioteca, donde estaba leyendo mientras se tomaba un té recién hecho.

Esperad un momento...¿estáis pensando lo que yo creo que estáis pensando? ¿De que Dahlia vive sola? La respuesta la obtendréis solo si seguís leyendo este capítulo. Bueno, centrémonos.

Dahlia suspiró y dio un sorbito a su té. Acto seguido Dahlia se percató que había alguien en la puerta de la estancia, por lo que le dio permiso para pasar. Se trataba de un niño, a quien Dahlia había adoptado. Para tener 4 años, daba más conversación que algunos adultos.

-¿Qué estás leyendo, señorita Dahlia?-preguntó el pequeño con curiosidad. 

-Un libro sobre mitos griegos.-respondió Dahlia mientras el niño se sentó a su lado.- Historias sobre dioses griegos que servían para explicar lo que para los humanos era inexplicable.

-Una pregunta.-dijo el niño. A través de sus gafas redondeadas, sus ojos verde oliva parecían sedientos de curiosidad. También cabe mencionar que por mucho que fuese adoptado, podría haber pasado perfectamente como hijo biológico de Dahlia, ya que se parecían mucho por ejemplo en tener la piel morena clara y el mismo color de pelo.

-Dime.-dijo Dahlia.

-¿Tú crees que esas historias podrían ser ciertas?-preguntó el niño.-¿Que los dioses griegos fuesen reales?

Dahlia suspiró para luego contestar a su hijo adoptivo.

-Si hay algo que no tienes que tener, eso es la mente cerrada a que los mitos y la magia existan.-dijo Dahlia terminándose su té. Miró a su violín, el cual reposaba al lado de la taza y luego se volvió al niño, a quien le revolvió el pelo castaño.- Así que la verdad es que no lo sé con certeza.

-¿Me enseñarás a tocar el piano o el violín?-preguntó el pequeño.

-Si, por supuesto.-respondió Dahlia.-Pero cada cosa lleva su tiempo, tenlo en cuenta Dany.

FIN DE LA HISTORIA. (PERO TAL VEZ NO DEL LEGADO...)

ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO :)