Una Realidad Estéril

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Era bueno al comienzo. Empezaron a formarse gases, luego estrellas, sistemas solares, y ya estaba llegando el momento de generar... Los primeros seres vivos. Pero había algo preocupante:
Curiosidad. El Teniente General "Kidzuku" tenía mucho de eso. Su realidad tenía unas bien definidas leyes de la física, y cada oportunidad que tenía de experimentar con sus cuerpos celestes la aprovechaba.
—Así que... — Kidzuku analizaba sus resultados — Chocamos 2 agujeros negros y uno sale disparado a toda velocidad, causando una destrucción masiva. — suelta una carcajada — Parece que todas las leyes tienen excepciones, ¡incluso las leyes de la física! Esto tengo que contárselo a los demás.
"Kidzuku" estaba alterando el espacio sin límites con magia azul, para ser capaz de saber todo lo que le apetezca. Lo Monarca y otros estaban preocupados, de que ante tal falta de límites, "Kidzuku" acabara torturando a las formas de vida, alterando sus cuerpos y entorno para ver cómo reaccionaban.
—Hijo, escucha... — Lo Monarca preguntó eventualmente — Cuando hayamos creado vida por primera vez, específicamente en tu universo, ¿qué piensas hacer entonces?
—Estoy esperando ese tiempo con ansias, porque tendré muchas más posibles situaciones para obtener conocimientos —le respondió Kidzuku —. Si manipular cuerpos inertes puede dar para tal gama de posibilidades, ¡imagine lo que podría ocurrir con seres vivos!
Ante eso vino su hermano, el Almirante "Rememorari".
—Pero Kidzuku, yo estaría a favor de poner algún límite a esa búsqueda de saberes, porque una de sus pruebas podría causarle dolor a tus seres. Piense que ya hemos empezado a poner vida en el Naranja Verso de Shachar y Tlapoyauak, y en el mundo material hay placer y dolor.
—¿En qué me incumbe lo que ellos sientan, si nos ayudará a todos a saber más? ¿Los planetas y estrellas arrasados por la singularidad fugaz no fueron un gran descubrimiento? Valió la pena que fueran destrozados, e ídem pasará con la vida en mi universo. Sí, puede que si hacemos un organismo sin estómago, este podría sufrir, pero hay conocimiento que no tendremos si nunca observamos a un ser así.

No quiso entrar en razón en cuanto a pensar si debería, así que fue privado de la capacidad de crear seres vivos en su universo. "Kidzuku" decidió apartarse.
—Por el bien mayor que sobrepasa tu indiferente y cruel sed de conocimiento — sentenció Lo Monarca —, el Azul Verso será una realidad estéril hasta que comprendas, que hay más en la vida que implica respetar otras vidas.
—Esto parece lo mejor, aunque no me agrade la opción — Shachar dijo esto desanimada —.
—Estupendo— el teniente respondió con ironía —... Quiero que sepan que su elección me resulta lo más pobre que han hecho en sus millardos de años de existencia. Vivan en la ignorancia por los sentimientos de sus entes mortales, pero yo voy a ir por mi cuenta.
Kidzuku desprendió su universo de la cadena que contenía los otros, y tomó unas piezas para hacerles un regalo.  Primero, 600 incandescentes estrellas. 
—Aquí está el odio, odio, ODIO que tengo, no sólo a vuestra falsa ilusión de límite que llaman significado, sino también a ustedes y los planes que tienen. Si mi odio alimentara completamente a cada una de las 600, seguro que arderían con más energía.
El Teniente continuó, esta vez tomando 10 planetas colosales y explicándose nuevamente:
—Estos planetas representan mi motivación que podría ser llamada significado: la ciencia. Vemos bolas de materia y las llamamos planetas, y eso entre otras cosas nos distrae de lo absurdo que es todo esto, incluyendo las mismas distracciones.
Finalmente, tomó 8 cometas que iban a toda velocidad por el espacio; todos ellos gélidos.
—Estos cometas representan mi indiferencia y crueldad. A diferencia de ustedes, yo comprendo que vivimos en un mundo sin sentido, y ante eso, muestro el mismo cuidado que el mundo: absolutamente ninguno.
Una vez fueron reunidos estos elementos, los juntó en un mismo espacio y los apretó en un sólo cuerpo. Era totalmente oscuro por dentro, y a la vez incandescente por fuera, pero más que todo, era... Colosalísimo. Una vez armado, el Teniente General "Kidzuku" se dirigió a sus hermanos:
—He aquí mi último regalo antes de mi partida al vacío vacío.
Fue entonces que lanzó su regalo con todas sus fuerzas hacia el Violeta Verso, algo que hubiera resultado catastrófico si los dioses no hubieran sabido cómo reaccionar.

Esto dejó al Almirante "Rememorari" destrozado: lo veía como su hermano más cercano, y ante tal trauma decidió que en su universo no habría magia. Así fue que el Azul Verso quedó como una realidad estéril desencadenada del Multiverso, y "Rememorari" se limitó a afinar su universo con materia y energía, sin dejar nada de magia en él.

La Creación, Abstraída. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora