My everything (Yelena belova )

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-Que hay de tu niñez?- pregunto de repente Yelena a la otra chica que estaba distraída, ya que habían  estado caminando otro rato sin hablar – quiero saber si me perdí  de algo bueno
-No creo que le preguntes a la indicada – una sonrisa que parecía  mas mueca se asomaba en el rostro de kaira – Pero creo que comparado tuve una mejor
-Lo crees? – el sarcasmo en la voz de la rubia, se veía  que estaba tomando mas confianza a la chica – Con tu cara yo creo que si
-Con mi cara?
-Esa cara – empezó  a señalarla mientras reía - Esa cara por la que... - la chica se quedo en silencio, Kaira quedo confundida antes de que la rubia retomara la conversación  – Has salido con alguien?, que es de ti
-Actualmente?
-Tenemos mucho tiempo para que cuentes lo suficiente
-Salí con alguien – la castaña afirmo mientras sus ojos brillaban, por lo que la rubia hizo sus especulaciones -pero ya no mas
-Aun le amas
-No, en realidad, creo que nunca lo hice, al menos no lo suficiente
-Te brillan los ojos - comento con obviedad, mientras se acercaba a la chica para empujarla del hombro – no mientas, sigues a prueba
-No miento, tu no me conoces para afirmar eso – la chica se alejo de la otra mientras se encontraba indignada  – La aprecio, y ella es una gran amiga, pero nunca pude verla de esa manera
-Ella? – Yelena detuvo su caminar para mirar a la otra chica mientras demostraba su sorpresa  – No esperaba eso
-Me has salido homófobica, Belova ?
-Idiota – golpeo a la chica mientras reían  juntas
-Dime, para saber si mi vida corre peligro
-Tu y Nat?- empezó  a divagar  algo nerviosa – Son muy cercanas, ella te defiende demasiado, acaso  tu y ell
-Que?, no - exaltada y con una cara de horror la chica interrumpiendo a la rubia – Es como mi madre, por dios, debo borrar esa imagen  de mi cabeza

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Cariño, estamos en casa – Alexei menciono a aquella mujer que portaba un rifle de francotirador dentro un área  con reja, todos estaban en silencio, sin decir ninguna palabra solo siguieron a la mujer en dirección de aquella casa – Vamos, chicas
-Bienvenidos a mi humilde morada – menciono sin ánimos la mujer mientras entraban a aquella casa - Pónganse  cómodos, bebamos una copa – la mujer fue en dirección de la cocina a guardar su arma mientras los demás  inspeccionaban un poco la casa, hasta que todos menos Alexei tomaron asiento en el comedor, el anterior estaba poniéndose  su viejo traje de guardián  rojo, los ruidos del baño eran su esfuerzo por entrar dentro de el

-Bebamos – dijo la mujer mientras empezaba  a servir en las copas, tras unos segundos el carraspeo  de Alexei hizo  que todos voltearan en su dirección
-Aun me queda – poso fuera del baño, presumiendo su antiguo traje, para recibir aplausos de Melina, y algunos susurros  molestos de Yelena, mientras todos miraban en su dirección – Ven a beber – la mujer pidió  por lo que Alexei empezó  a caminar mientras se dirigía  a la mesa, el ambiente por parte de las chicas era algo incomodo, mientras que Kaira solo estaba sentada junto a Yelena en silencio
-La familia – Alexei miro a todos con una sonrisa en su cara – reunida de nuevo - la mujer empezó  a hacer un ruido mientras sostenía  su vaso – en vista de que nuestra familia no fue mas que una calculada farsa – su mirada seria se dirigió  en dirección  de Yelena, la cual se mantenía  seria - que solo duro tres años, no creo que debamos seguir usando ese termino, no crees? - bebió  de su bebida mientras Alexei se servia de la comida de la mesa
-Vale, esto es lo que haremos – Natasha interrumpío ignorando lo dicho anteriormente, pero a la vez fue interrumpida por Alexei el cual se acomodaba su cabello - Okey, yo quiero decir, que no has envejecido ni un día, estas igual de linda que el día  que orquestaron nuestro matrimonio – Melina le sonreía  a Alexei, y las dos viudas negras se miraban entre ellas con incomodad, para después  beber

-Incomodo – interrumpío kaira, hablando por primera vez en aquella habitación - Débi también  pedir algo de beber para soportar esto – debajo de la mesa una patada recibió  por parte de Natasha , por lo que solo hizo una cara de dolor
-Tu subiste de peso – susurro después  mientras le veía  – pero aun sigues guapo
- Acabo de salir de la cárcel  y tengo mucha energía  – la cara de los demás  mostraban asco pero aquella conversación  se interrumpió 
-No nos hagan esto, por favor – rogó  Kaira con cara de asco – No venimos a escuchar esto