Pasaron seis meses.
Los tres estaban parados frente a la puerta. Tocaron. Abrió un chico, de hecho, el encargado de abrir la puerta.-¿Buscan a alguien?- preguntó él.
-Queremos inscribirnos- aclaró Luck- ya estuvimos aquí antes pero nos tomamos unas vacaciones.
- Buscaré a Félix. Pasen- le dijo Macrk.James, Kira y su novio entraron.
El lugar era terrorífico. Al parecer había empeorado. Había peleas habladas por todas partes. Las paredes tenían varias marcas de sangre, y las personas que lo limpiaban se insultaban. Había balas incrustadas en la pared y un cuchillo clavado en ella. Al lado de este, peleaban a puñetazos, patadas, tiros, insultos, empujones y quién sabe que más, una chica y un chico. Eran Ryan y Hacklestein. Los miembros más peligrosos de grupos que se habían formado con el tiempo. Bandadas de jóvenes que no tenían nada mejor que hacer que fumar, pelearse y planear crimenes. Empty y Risky. Vivían peleando y gastándose bromas pesadas. Aunque tenían un límite, un reglamento no escrito con reglas específicas.
Los antiguos nuevos tardaron un poco en reconocer a H. Estaba igual de aspecto, menos por su expresión, que realmente daba miedo. No sé relacionaba en lo más mínimo con la persona tímida y retraída que conocían desde su primera vez en Bats. Ahora usaba un short negro ajustado de tema de jean y una remera verde flúor corta (como la de casi todas las chicas). Pero lo mas sorprendente era lo que transmitía esa mirada. Un frío inquietante y un sentimiento de inseguridad total. Lo cual cambio drásticamente en el momento en el que Félix llegó.
Apenas pudo, empujó a Ryan hacia atrás y se puso en medio de ambos, tomando por la muñeca a Hacklestein, y a Roberts por el hombro. Cuando terminaron de lanzarse miradas asesinas mutuamente. H levantó un poco la barbilla hechando la cabeza hacia atrás ligeramente y el chico cruzó los brazos. Miraron a Félix. Él soltó al muchacho y arrastró a su novia hacia el sector de la cocina, en dónde había estado trabajando antes.
A medida que caminaban hacia unos sofás individuales Félix hablaba con ella y traba de distraerla. En cierto momento la tomó por la cintura y le empezó a decir cosas en voz baja y algunas al oído. Ella apoyó la cabeza en su hombro y sonrió un poco.
En el asiento, se sentaron juntos (con un poco de dificultad, a pesar de que eran sillones bastante amplios) y estuvieron un momento conversando entre risas. H no despegaba la cabeza del hombro de su chico y este le hacía cariñitos en la cara y le tocaba el cabello. Cada cuando le daba algun beso en la boca, la mano, el pelo...
-Felix- lo llamó Macrk. Hasta que no lo hizo, el sub jefe no notó la presencia de las cuatro personas paradas frente a él. Estaba totalmente absorto en su novia, en su piel, su pelo, su sonrisa, sus ojos, sus orejas, su nariz, su boca, sus cejas, sus pestañas, su cuello, lo bien que le quedaba esa ropa, su...
-¡FELIX!- lo llamó nuevamente el tipo de la puerta.Solo desvío la mirada un segundo, sin siquiera levantar la cabeza, para ver de quién se trataba y volvió a los cariñitos a su novia.
-¿Que pasa? ¿Quienes son?- preguntó desinteresado
-Dicen que se quieren anotar-
Aclaró el trabajador.-Ah.
-Te los dejo.
Y en ese momento Hacklestein levanto la mirada de la mano de Félix y, seguidamente, levantó la cabeza. Presentó algo de extrañeza, pero no parecía saber quiénes eran, aunque le resultaran conocidos. Esta vez no observaba de manera intimidante e incluso se podría pensar que no estaba tan al tanto de la situación, como si acabara de llegar.
Félix se paró, separándose de H por un momento mientras buscaba unos papeles. Luck la saludo con la mano. Ella dudó un momento, pero devolvió el gesto. Intentaba analizarlos. Habría podido jurar que los conocía de alguna parte, solo no recordaba de dónde. Lo mas curioso era que ellos también mostraban cierta familiaridad con ella. ¿Por qué no los recordaba y ellos a ella si?
Félix volvió. Tenía todo para realizar la inscripción.
-¿Ustedes ya habían estado aquí?- les preguntó. Al verlos mejor, le habían resultado conocidos.
-Sí, los tres estudiábamos aquí hasta hace medio año- contesto, educada Kira, buscando caerle bien al jefe.
<<Desconcertante>> pensó Hacklestein. Los estaba escuchando, y trataba de reconocer esas voces mientras daban nombre, apellido, datos familiares y números de cédula.
-Bueno, creo que es todo. Si nos falta algo les aviso- concluyó con unas firmas en las hojas Félix- ya pueden estudiar, me encargaré de que Jonh, Josh, Lenna y Julia los acompañen. Ojalá se lleven bien. Ellos les darán los horarios y le pasarán los apuntes de todo lo que se dió en el tiempo que no estuvieron en su clase.
-Gracias- se alejó James, indicando les a sus amigos que era momento de irse.
Kira le echó un último vistazo a H. Recordar sus facciones indiferentes durante el accidente de Val le daba náuseas. El cadáver, la sangre... y chocaron con alguien. O alguienes. Eran los bullys de Val. Y de paso, justo se había topado con Ryan, dirigiendo a su manada de imbéciles.
Kira se petrificó unos segundos. Luego tartamudeo como una niña y se disculpó.
Pero al grupo de Ryan no le bastaba con eso.
-deberias ver por dónde caminas, niñata- alegó el líder.
-sí
-Sí, claro que debería
-Obviamente
-¿Que clase de idiota tropieza con Cal?Se empezó a escuchar.
-Exacto- afirmó Cal Ryan- ¿Que clase de idiota tropieza conmigo?
Entonces Luck saltó.
-¿Quien te crees para hablarle así?
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La Casa Bats
Teen FictionUn grupo de chicos de más de dieciocho se conocen en Bats, un colegio para quienes no terminaron sus estudios, o quieren reforzarlos, que un tiempo después contaría con programas universitarios y especializaciones en cursos no oficiales. Luck, Kira...