Jean-Pierre te observaba desde lejos mientras hablabas con tus amigas, Michelle y Simone. Michelle se dio cuenta y lo miró, en ese momento él simuló estar leyendo un libro.
Cuando los hermanos regresaban a casa, la menor sacó el tema de conversación.
- ¿Por qué estabas viendo a ___? - dijo mirándole a los ojos.
- No sé de qué hablas - siguió viendo al frente.
- No te hagas el tonto - rodó los ojos.
- Cállate.
- Te conozco, si me dices que me calle es que es verdad.
Jean-Pierre la miró con expresión de desaprobación.
Al día siguiente, tan pronto como Michelle llegó a la escuela, buscó a ___.
-___! - llamó Michelle
-¿Sí? - dijo, dándose la vuelta.
-Tengo que decirte algo - dijo emocionada.
- ¿Qué pasó, te besaste con Alian? - dijo con una risita.
- ¿Qué? No... - dijo nerviosa. - Como sea, ven. - le tiró del brazo hasta un rincón.
- ¿Por qué tanto misterio? - interrogó.
- Bueno, prepárate. Mi hermano...
- Tu hermano...
- Gusta de vos - susurró.
-Que!- se sonrrojo
Justo Jean-Pierre pasaba por allí pero no escuchó nada. Esperaron a que se fuera por completo.
- ¿Qué vas a hacer? - preguntó la rubia.
- No sé - tartamudeó.
- Si te gusta, entonces díselo.
- ¿Qué sabes vos que me gusta?
Es obvio.
En la salida, se acercó a Jean-Pierre, estaba muy nerviosa.
-Jean-pierre!- lo llamo
este se quedo congelado, seguro que su hermana se lo dijo
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Se giró lentamente hacia ella, con una expresión de sorpresa en su rostro
-¿Sí? - respondió, tratando de mantener la compostura.
-¿Es cierto lo que me dijo tu hermana? - preguntó ella, con la voz temblorosa.
Jean-Pierre se quedó en silencio por un momento, evaluando sus palabras.
-Sí, es cierto - admitió finalmente, mirándola a los ojos.
Ella sintió un nudo en la garganta, sin saber muy bien cómo reaccionar.
-Yo... también siento algo por ti - confesó, con la mirada baja.
Jean-Pierre sonrió, aliviado por su sinceridad.
-Entonces, quieres que te acompañe a tu casa - propuso él.
Ella asintió, con una sonrisa tímida en el rostro.
