꒰ ⊹ 𝙷𝚊𝚜𝚝𝚊 𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚕 𝙼𝚞𝚗𝚍𝚘 𝚜𝚎 𝙳𝚎𝚛𝚛𝚞𝚖𝚋𝚎 ⊹ ꒱ ˖ ࣪ . ᰍʰʸᵘⁿⁱⁿ

☄️Last Memory☄️

━━━━(☄️)Tattoo - Loreen.

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|4|

Jeongin detuvo la motocicleta en la entrada de aquel parque de diversiones.

Ambos se bajaron y quedaron parados observando la gran portada del lugar.

Ese sitio les traía muchos recuerdos y no precisamente malos recuerdos, al contrario, fue uno de los mejores que pudieron crear juntos. Ahí había sido su primera cita, la primera vez que se encontraron luego de aquella fiesta, después de tantas llamadas y mensajes de parte de ambos.

— ¿Sorprendido? —preguntó girando su cabeza para mirarlo.

El pelinegro realmente lo estaba, había imaginado millones de sitios a los cuales el menor lo hubiese llevado, pero no sabía por qué nunca se le pasó por la mente el parque de diversiones.

— La verdad, sí, no había pensado en este sitio— respondió.

—Pues qué honor sorprenderle, señor Hwang.

Los chicos rieron, se tomaron de las manos y caminaron hacia la entrada dispuestos a hacer de ese su último recuerdo.

[...]

—Solo ganaste porque dejé que lo hicieras— dijo para darle un pequeño golpe en el hombro al chico que caminaba a su lado.

Hyunjin solo pudo soltar una risita ante la acción del castaño, acababan de salir de los carritos chocones y el pelinegro lo acorraló y chocó todas las veces que pudo.

—Acepta que te acabo de patear el trasero—habló sin detener su paso.

El castaño enfurecido cruzó sus brazos.

—Exijo un duelo—demandó.

—Lo siento querido, pero si exiges un duelo cada vez que pierdas nos la pasaríamos todo el día en eso.

— Sólo tienes miedo de que te patee el trasero.

El pelinegro miró incrédulo a su compañero.

—Pobre niño mimado.

—Pobre viejo amargado.

El mayor al oír esas palabras salir de la boca del castaño se detuvo de golpe provocando que el chico hiciera lo mismo. Jeongin había dicho exactamente esas palabras para fastidiarlo y sonrió al ver cómo el pelinegro se acercó a él y quedó frente a él.

— ¿Me acabas de decir viejo amargado?— preguntó ante lo dicho hace unos segundos.

—Sí—confirmó en un susurro casi inaudible pero que Hyunjin escuchó perfectamente.

Para cuando se dio cuenta de que el chico acercaba su rostro peligrosamente al suyo ya se estaba arrepintiendo.

Por tal cercanía, ambos chicos sentían cómo sus alientos chocaban contra sus labios y cuando por fin el menor pensó que sus labios se rozarían, el pelinegro desvió su camino para colocar un beso en la frente de este.

—Pensé que ya habías aprendido— hizo una pausa y Jeongin abrió sus ojos sin darse cuenta en qué momento los había cerrado— Pero sigues cayendo en el mismo truco barato— concluyó con un tono burlón.

De inmediato I.N sintió cómo sus mejillas ardían, dándole unos cuantos golpes más a Hyunjin en su hombro causó que ciertas carcajadas salieran de su garganta. Cuando ya estuvo satisfecho, pasó al lado de su compañero y siguió su camino con largas y rápidas zancadas.