Flores Carmesí

1. Forgotten Memories

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Estaba tan absorta en aquel farol que iluminaba aquella lúgubre y solitaria habitación, que no noté la presencia justo detrás de mí, era una figura esbelta, contorneada pero no firme, algo más alta que yo. No había casi brisa que fluyera en aquellas cuatro paredes, pero aún así su pelo ondeaba ligeramente, lacio pero con volumen, vestía mejor que algunas personas que solía ver por los callejones que transitaba a menudo, de un rojo carmesí con algunos toques dorados, no brillantes ni apagados, sino con un ligero toque de color. Su voz resonó, no era grave pero tampoco seria, tenía un tono de burla, juguetón pero no coqueto, para poder verlo mejor me incorporé y miré aquellos ojos adoloridos, lo camuflaba mejor que todos nosotros. Aunque nos conociéramos de hace mucho tiempo, nuestro cruce de palabras era mínimo, y no por odio, sino por desinterés.

Raro era que se postrara delante de alguien como yo, nunca se le solía ver a no ser que de alguna misión o inconveniente se tratara. Alcé la voz, sonando autoritaria pero sin sobrepasarme, era algo distante con la gente, pero tenía razones para ello.

- Habla, si estás aquí es por algo, un favor acaso?

Estaba acostumbrado a aquel tono, no era raro para él asique simplemente se digno a soltar una pequeña risa mientras asentía. Su cuerpo no se movió del sitio, al contrario, se quedó estático esperando a que le permitiera hablar.

? - Vaya, tan audaz como siempre querida... No venía precisamente a pedirte un favor, sino un consejo...

Fruncí el ceño en respuesta, un consejo? Para que quería alguien como él mi punto de vista? Suspiré esperando a que se explicara, no quería tener nada que ver con sus "asuntos".

? - Deberías agradecerme por la interrupción, el aburrimiento no es el mejor pasatiempo para una dama...

Rodé mis ojos, a esto me refería con desinterés, polos opuestos, no nos odiábamos puesto que me mantenía serena ante sus provocaciones lo que a muchos no les parecía posible, era alguien difícil de tratar pero no por ello haría sombra sobre él.

- Ve al grano...no es que esté ocupada pero valoro cada minuto de silencio y tranquilidad que me ofrece este lugar...

Rendido ante mis palabras dejó caer el peso de su cuerpo contra la pared haciendo que se escuchara un chirrido leve de la madera contra la que ahora ejercía fuerza. Sus manos, hipnóticas, orquestaban cada palabra fluyente de aquella extraña conversación.

? - Hoy, en el templo, una mujer de cabellos azabaches y ojos cristalinos me sorprendió, no venía a pedir algo o manifestar deseos, sino a tener un debate....me comentó que la única forma de sobrevivir que tenían los humanos ahora era algo egoísta. Sus palabras se clavaron como estalactitas en mi mente haciendo que me planteara mi visión hacia ellos..." Que es más detestable, aquellos demonios que buscan liberación o aquellos humanos que viven una vida buena a costa de su propia raza?". En su momento no supe responder correctamente...

Tomé aquellas palabras, no sabía que quería decir con "aquellos demonios que buscan liberación" todos cargan una detestable ira o impotencia a alguien, además, deben estar atados al que supuestamente regalaría aquella libertad, cosa que era totalmente erróneo.

- Son más detestables los humanos que viven por encima de otros, toma de justificación a los demonios, no se pisan entre ellos sino que se evitan y se respetan los rangos de poder. Si fueran listos se unirían para poder erradicar la especie a la que tanto temen y muchos ni conocen de lo ignorantes que son...

Me daba asco hablar de aquella raza que tanto se parecía a nosotros, siendo nosotros unos escalones superiores a ellos por nuestra resistencia y forma de combate. A pesar de ser una de los miembros más antiguos, nunca pude recordar ningún fragmento de mi vida anterior, no había nada, ni sensaciones ni sentimientos, mis emociones estaban nubladas por el nuevo tipo de ADN que recorría desde hace tiempo mi cuerpo.

? - Aprovechando que estoy aquí, me atrevería a afirmar que no has tenido ninguna misión en mucho tiempo, acaso Muzan sigue siendo tan benevolente contigo? Un demonio goza del placer de cazar y tu no tienes esa necesidad....

- Sigues siendo igual de atrevido que siempre, nunca te han dicho que no debes meterte en los asuntos de los demás? Acaso no gozas del placer de tu libre santuario? Tanto te aburren todas aquellas mujeres? O es que acaso te has dado cuenta de que no pueden llenar ese vacío?

? - No deberías sacar conclusiones tan apresuradas querida, pero si lo que deseas es estar siempre sola adelante....pero debo recordarte que una eternidad sola es peor incluso que la muerte...

Tras aquellas palabras no hubo respuesta solo el sonido del viento que dejaba el leve rastro de su ida. Se había dado por vencido o simplemente se había cansado de repetir las mismas preguntas sin obtener nada? Sacudí levemente la cabeza disipando todas aquellas cuestiones que la rondaban. Mi vida es igual que la muerte? Acaso estar sola no te previene de sentimientos erróneos, malas decisiones, debilidad y miedo? No dependía de nadie y nadie dependía de mi, así debía ser.

No sabía el porqué no me acababa de sentir del todo demonio, no necesitaba comer humanos o por lo menos no sentía aquella necesidad constantemente. Tomé mi equipo el cual solo constaba de una katana y unos sai de pequeño tamaño. Tomaría las riendas de mi vida en busca de aquellas respuestas aunque para mí estaban más que resueltas algunas de ellas, necesitaba vivir aquello a lo que el llamaba placer para poder hacerle ver que sus teorías y pensamientos eran totalmente innecesarios, erróneos, o eso es lo que queria hacer ver, sentia algo de curiosidad por aquellas experiencias, que se sentía sembrar el miedo en todo un pueblo, la ira de familiares hacia ti con su sangre en tus manos.

- Hacia tiempo que no me sentía tan decidida a algo....