Capítulo 16.

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El pecoso estaba terminando de doblar su ropa cuando el llanto de Jungwon lo hizo detenerse, saliendo de la habitación con prisa para dirigirse hasta donde el pequeño cachorro se removía en su cuna

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El pecoso estaba terminando de doblar su ropa cuando el llanto de Jungwon lo hizo detenerse, saliendo de la habitación con prisa para dirigirse hasta donde el pequeño cachorro se removía en su cuna.

—Hola, hombrecito. ¿Qué pasa? ¿Tienes hambre o debería de cambiarte el pañal?—Murmuró, extendiendo sus brazos para sacarlo de la cuna.

Lo arrulló contra su pecho mientras se giraba a la mecedora, en busca de comprobar que estuviera bien. Acostumbrado a lidiar con los cachorros, confirmó que necesitaba cambiarle el pañal y lo hizo en un mínimo tiempo, hablándole y cantándole durante todo el proceso hasta que sus llantos cesaron y su rostro se volvió sereno, limpiando las lágrimas que habían surcado sobre sus mejillas.

—Ya estás mejor, ¿No es así?—Sonriendo, lo volvió a cargar entre sus brazos, saliendo de la habitación.—¿Por qué no me acompañas a desayunar? Tenemos casi todo el día libre solo para nosotros.

Bajando las escaleras con cuidado, siguió hablando con el cachorro mientras emprendían camino a la cocina. Era el primer día en que se quedaban solos, después de haber pasado el día anterior despidiendo a Seungmin en el aeropuerto, y Chan preparándose para volver a su rutina en el trabajo, solo había quedado para Felix adaptarse a la soledad de la casa.

A diferencia de su hogar, no se sentía tan solitario, el hogar del alfa se sentía tan acogedor sin llegarlo a incomodar y tenía el espacio suficiente para poder trasladarse, su lugar favorito era el patio donde últimamente se dedicaba a refrescarse y disfrutar del sol, además que le encantaba poder ver los atardeceres desde ahí.

También su parte favorita era el haberse trasladado a una de las habitaciones de arriba, sin poder evitar quedar justo frente a la habitación del alfa, donde había tenido en múltiples ocasiones pequeños vistazos al interior y poder presenciar como su aroma se concentraba ahí. Su lobo insistía en entrar, estaba desesperado por encontrar aquel lugar en específico de toda la casa donde el aroma del alfa predominaba, pero sabía que hacer eso sería demasiado personal, debía de limitarse a las interacciones que el pelinegro le daba para poder sobrellevarlo.

Pensando en Chan, decidió si era una buena idea intentar hacer una cena, ahora que el alfa estaría trabajando y probablemente llegaría cansado a casa, no quería molestarlo en que se preocupara por también hacer la cena, así que él mismo se ocuparía de ello. Jungwon estuvo atento a sus movimientos, pareciendo escuchar atentamente todo lo que hacía el omega conforme preparaba su desayuno, conforme le iba hablando y entreteniendo con ruidos que se le iban ocurriendo.

La mañana fue tranquila en comparación con la tarde, sin permitirse tomar sus características siestas para poder estar atento a cualquier cosa que pudiera presentarse. Cuando su celular sonó mientras arrullaba al cachorro para que durmiera, se apresuró en contestar antes de que el sonido pudiera molestarlo.

—¿Bueno?—Contestó en un susurro, comprobando que el pequeño siguiera descansando pacíficamente entre sus brazos.

—Hola, Felix.—La voz animada del alfa le provocó una sonrisa.—¿Cómo están? Solo llamaba para comprobar que todo estuviera bien.

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