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Reino de Noruega, Siglo XI.
Bellatrix despertaba con un gran dolor de cabeza y algo aturdida sin saber exactamente dónde se encontraba.
─Bellatrix ─escucha la cobriza oscura como alguien la llama─ Bellatrix, cariño
La chica poco a poco comienza a abrir sus ojos para luego ver a su madre con una expresión de preocupación, por lo que instintivamente trata de ponerse de pie.
─¿Qué está pasando? ─pregunta la Mikaelson asustada y aún aturdida
─Tranquila, todo estará bien ─asegura Esther ayudando a su hija a levantarse
─Padre los mató ─dice la cobriza oscura aterrorizada recordando lo que pasó hace unos momentos en la cena─ Él mató a mis hermanos
─No es así cariño, ellos están bien ─tranquiliza Esther acariciando su rostro
─Estás mintiendo ─dice Bellatrix desconfiada apartándose de ella
─Tus hermanos están bien, Bella ─asegura su madre para tomar sus manos─ Pero no tenemos tiempo, tienes que irte de aquí
─¿Irme? ─cuestionó la Mikaelson confundida─ ¿Por qué?
─Ahora no puedo explicartelo, no tenemos tiempo ─dice su madre intentando llevarla hasta la puerta de su hogar pero la chica se niega a moverse
─No quiero irme ─niega la Mikaelson asustada─ Quiero ver a mis hermanos, necesito asegurarme de que ellos se encuentren bien
─Tienes que irte, antes de que tú padre vuelva ─indica su madre empujándola levemente para que se mueva
─Necesito ver a Nik, a Lijah ─comenta la Mikaelson preocupada─ Necesito asegurarme de que se encuentren bien
Bellatrix logra soltarse del agarre de su madre y mira hacia el comedor de su hogar para ver a sus hermanos con sangre en el pecho por lo que cubre su boca con una de sus manos para ahogar su grito de terror ante la escena que está presenciando.
─El pronto regresará, debes irte ─indica Esther jalando a su hija desde uno de sus brazos.
─Madre están heridos, déjame verlos ─pide Bellatrix con lágrimas en sus ojos─ Madre por favor
─Ellos están bien, yo jamás permitiría que tú padre los lastime ¿sí? ─indica Esther pero su hija niega
─Madre no me hagas esto, no quiero irme ─pide Bellatrix asustada
─Tienes que irte, está es la única manera en la que puedo protegerte─ asegura Esther y la chica niega─ Solo vete
─Madre no, por favor ─suplicó la chica
─Tienes que confíar en mí cariño ─pide su madre poniendo sus manos en el rostro de su hija─ ¿Puedes hacerlo?
La cobriza oscura temía por sus hermanos, pero a la vez temía por lo que su padre podría hacerle a ella. Además Bellatrix sabía que su madre nunca sería capaz de hacer algo para lastimarla.
─Sí, confío en ti ─afirma la cobriza oscura
─Bien, tienes que salir de aquí rápidamente ─indica la mayor
─Pero... ¿adónde iré? ─cuestionó la menor confundida
─Alguien estará esperando por tí en el bosque y esa persona te enviará a un lugar seguro, lejos de aquí, donde Mikael no podrá encontrarte ─asegura Esther
─¿Y qué pasará contigo, madre? ─pregunta la cobriza oscura preocupada
─Yo me encargaré de lidiar con tu padre, pero para hacer eso primero necesito que estés a salvo ─indica la mayor
─Está bien, madre, haré lo que dices ─acepta la menor─ Pero prométeme que estarás bien.
─Te lo prometo, hija ─asegura Esther─ Ahora ve, antes de que sea demasiado tarde.
La cobriza oscura asiente sintiéndose algo asustada y nerviosa para darle un fuerte abrazo a su madre mientras llora y lentamente sale de su hogar.
─Te amo, hija ─dice Esther conteniendo sus lágrimas mientras sostiene una mano de las manos de su descendiente
─Te amo también, madre ─dice Bellatrix para soltar la mano de su progenitora y comenzar a alejarse de su casa mientras lágrimas corren por sus mejillas
─Te prometo que algún día entenderás que ésto lo hago por tu bien ─exclama su madre tratando de contener sus lágrimas al ver cómo su hija favorita se aleja
Bellatrix comienza a caminar rápidamente tratando de llegar al bosque pero se detiene al escuchar la voz de su padre desde la lejanía.
─¡¿Dónde está?!, ¿Dónde está Bellatrix? ─grita su padre con evidente molestia en su voz
─Ella debió escapar, Mikael ─comenta Esther tratando de tranquilizar a su esposo─ Solo déjala ir
─Esa niña no puede llegar tan lejos, la encontraré ─asegura el mayor molesto
La cobriza oscura al escucharlo decir eso comienza a correr rápidamente asustada bosque adentro, suplicando internamente de qué su padre no la atrapé mientras huye.
Luego de minutos corriendo Bellatrix finalmente no logra ver la aldea en dónde vivía, pero escucha un ruido cerca de ella por lo que rápidamente se pone alerta.
─Bellatrix ¿no? ─inquiere una mujer morena de cabello rizado apareciendo en su camino
La Mikaelson se asusta ante la presencia de la mujer que aparentemente parece conocerla, por lo que comienza a correr, pero ésto no le es muy útil ya que segundos después cae rápidamente inconsciente al suelo.
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Espero les guste el prólogo y logren conocer un poco el pasado de la vida de Bellatrix y sus últimos momentos con su familia. El próximo capítulo será una muestra de cómo está siendo su vida en la actualidad. 🤍
