Era la noche antes de Navidad. Freen pierde la oportunidad de que su hija conozca a Santa Claus.
Un fatídico encuentro con una chica vestida como un elfo navideño no solo les salvará el día sino que también cambiará sus vidas tal como las conocen.
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Becky había pasado los últimos seis domingos con Freen y Sam, así como las noches de la semana en las que ambas tenían días libres en el trabajo y la escuela.
La mayoría de las veces era solo una cena y una película o un programa infantil, y luego leían antes de dormir antes de que Freen y Becky pudieran robarse unos momentos a solas. A menudo, Becky traía sus libros de derecho y su computadora portátil y estudiaba junto a Freen en la pequeña cocina, mientras Sam veía dibujos animados.
Sin embargo, como Sam visitó a su padre y a su abuela durante la noche, Becky había insistido en planear algo especial solo para ella y Freen. Había pedido un favor para faltar a su trabajo de camarera el primer sábado por la noche en meses.
"Sigue dirigiéndote hacia el oeste hasta que te lo diga," dijo Becky. "Me alegro de haber traído mi altavoz Bluetooth. No puedo creer que tu auto no tenga una conexión USB." Sacó una lista de reproducción en su teléfono y pronto estaban cantando con la música. Freen golpeó el volante con los dedos mientras Becky bailaba animadamente en su asiento. La siguiente hora pasó rápidamente, hasta que Becky exclamó, "¡Oh, mierda! ¡Esa es! ¡Salida veintitrés!"
Freen logró cambiar de carril de la manera más segura y elegante posible con unos cientos de pies de anticipación y salió, riéndose de la falta de atención de Becky mientras comenzaba a prestar más atención a las instrucciones de su teléfono.
Una vez fuera de la interestatal, y después de seis o siete millas de sinuosas y estrechas carreteras rurales, le indicó a Freen que se detuviera en el estacionamiento de un conjunto de villas cuyo letrero lo identificaba como Ndol: Thai Villas, un lindo 'resort' ubicado en el distrito de Muak Lek, a un poco más de dos horas de Bangkok.
"¿Nos quedaremos aquí?" Dijo Freen, mientras salía de su auto y se estiraba.
"Sip. Abre el baúl y yo buscaré nuestras maletas." Becky agarró las dos bolsas de viaje y llevó a Freen al interior.
"Señorita Armstrong, bienvenida a 'Ndol'. ¿Las tenemos en una de las villas por una noche?" La amable mujer de la recepción les dio dos llaves y les explicó las comodidades. "Su reserva en el restaurante es a las siete, el 'check out' es mañana al mediodía y si necesitan algo, no duden en llamar a la recepción. Hay una botella de vino de cortesía enfriándose en su habitación. Están en el edificio 2, en el segundo piso. Les va a quedar a mano derecha cuando salgan por esa puerta."
Las chicas siguieron las direcciones de la mujer para llegar a la villa donde pasarían la noche.
Becky abrió la puerta y condujo a Freen al interior. "P'Freen, tal vez por ahora no pueda llevarte a un lugar mejor o hasta incluso París, pero espero que esto sea de tu agrado."
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