Epílogo

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Changbin 16 años, Felix 13 años

Changbin miró embobado al niño dulce de sonrisa hermosa que venía cada tarde a su casa, el niño amaba rescatar gatos y su madre era alérgica a estos, es por eso que la madre de Changbin aceptaba a los pequeños gatitos en su casa y luego les buscaba un hogar seguro, solo se había quedado con una vieja gata de nombre pelusa que Felix había rescatado de un río.

-¡Hola Changbin!- Felix saludó sonriente

- Hola enano, mi madre no está hoy-

Felix abrió sus ojos con asombro y luego bajó su mirada a la pobre bolita de pelos que yacía golpeada entre sus brazos.

- ¿Enserio?- preguntó con los ojos llorosos - Pero el gatito está muy golpeado Changbin, ¿que voy a hacer? No quiero que muera - dijo llorando

Changbin miró esos ojos que lo hicieron sentir débil y no sabiendo que desde ese día jamás le podría decir que no al joven rubio, le propuso llevar al gatito al veterinario.

- ¡Graciass Changbin eres el mejor!-

Ahora, a sus cuarenta y seis años, Changbin no se imaginaba que la mirada triste de su esposo todavía lo hiciera hacer su santa voluntad, Felix le estaba pidiendo que se mudaran a Daegu, donde residía Cris ya que el joven había conseguido una plaza en un hospital de esa zona, suspirando aceptó aún sabiendo que tendría que conseguir otro bufete en esa ciudad.

- Gracias, eres el mejor amor- ya habían cosas que no cambiaban con el pasar de los años

Como el amor de Changbin hacia su rubio y el cariño que le tenía a su pequeña familia, podrían pasar los años, las décadas y las proximas vidas, pero su amor por Felix renacerá una y mil veces por la eternidad y en cada una de sus vidas, se encargaría de buscar a su pieza faltante, a su pequeño Cris que los había sacado de su zona de confort y los había dejado amarlo con todo su corazón.

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