DMMD || OS || KouCle

3. Feliz cumpleaños

Pareja: RenAo/Sly
Dedicatoria a EvaNikiforov
Leer al finalizar para notas de autor

—¿Por qué decoras tan mal? ¿Nunca te festejaron un cumpleaños?

—No.

Koujaku cerró la boca al escucharlo decir eso, bastante incómodo pues sí, era un idiota y siempre olvidaba que Noiz paso gran parte de su vida aislado de la sociedad. Comenzó a balbucear regaños al azar mientras se alejaba de ahí, claramente avergonzado por haber preguntado algo tan estúpido.

A Noiz no le importó, aunque sí se le hizo raro que Koujaku no quisiese armar pleito como siempre lo hacía. Quizá en ese tiempo había "madurado" (un poco tarde para un sujeto tan mayor, a palabras de Noiz).
—¿A qué hora sale Aoba del trabajo? —preguntó a la mujer, quién estaba ocupada en la cocina.

—A las ocho. Falta mucho, deja la impaciencia, mocoso. —Debía ser como la cuarta vez que preguntaba, ya ella estaba irritada, aunque al menos era el más civilizado de los cuatro junto con Ren.

—No tienes que ser impaciente, Noiz-san. Aoba-san volverá pronto —animó el androide, tocando el hombro de Noiz con suavidad. 

Su reacción fue de asco, apartándose de la mano enguantada—. No me toques —se sacudió polvo imaginario del hombro, no le gustaba que invadieran su espacio personal, aunque claro, a él le encantaba ir invadiendo el espacio personal de los demás.

—Hey, hey, no le hables así a Clear, mocoso. Él está siendo amable —interrumpió Koujaku, con su temperamento de siempre.

—Lo defiendes como si fuera tu novio —dijo Noiz, pues siempre le gustaba molestar a Koujaku sobre su sexualidad. Cuando se conocieron, el nipón siempre había sido el típico sujeto que se rodeaba de mujeres.

—Porque lo es. —La afirmación tomó por sorpresa a Noiz, quién no pudo evitar observarlos a ambos de forma poco disimulada, aunque claro, no fue muy expresivo respecto a su confusión—.  Y tú, eres un mocoso que no sabe respetar a sus mayores.

—No es mi culpa que tengas cuarenta años, anciano.

—¡Tengo treinta, mocoso!

—¿Cuál es la diferencia?

—Yo te voy a enseñar la diferencia.

—Ya cállense ustedes dos antes de que les prohíba acercarse a la casa —interrumpió Tae, siendo la figura de autoridad para ellos. Ren y Clear solo miraban desde lejos esperando que no se agarrasen a golpes y tuvieran que empezar la decoración una vez más. Noiz y Koujaku se miraron mal por última vez, como si en silencio se dejarán en claro que luego seguirían—. ¡Y dejen las muecas!

Después de un rato de silencio, Clear decidió hablar—. Koujaku-san, ¿Encargaste los dulces que te pedí? Son los favoritos de Aoba-san

—¡Sí! Los iré a buscar en un rato, tengo que ir a la peluquería, tengo citas programadas —explicó con una sonrisa juguetona en su rostro, ignorando las miradas de Noiz y Ren.

—Bien, yo ayudaré a Tae-san en lo que queda. Avísame cuando llegues al trabajo, ¿Sí?

—Claro que sí, siempre lo hago —se acercó hasta Clear y le depositó un pequeño beso en sus labios antes de marcharse, dejándolo con una sonrisa boba en la cara.