Boliche 85

“Boliche 85”
Terminando las clases, me junté con rodrigo y sus amigos para ir al Boliche.
Rodrigo fue con 3 amigos aparte de nosotros, en total éramos 5. Lo bueno fue que de camino al boliche, no me sentí solo ya que Rodrigo intentada acercarme a sus amigos, la verdad fue muy agradable. No me sentí excluido, eso me hizo estar más aliviado. Sus amigos eran todos simpáticos.

Rodrigo, dijo:
- Lucas, un amigo se nos va a unir unas paradas más adelante.
- Está bien.

En eso que estábamos por juntarnos con su amigo. Él me dijo:
- Él es un poco serio comparado con nosotros. Es de otro colegio que queda cerca del nuestro, por eso nos tenemos que juntar con él. Yo creo que te vas a llevar muy bien con él. Digo, ya que los dos no son de hablar demasiado.

En eso no se equivocaba, yo nunca fui de hablar demasiado. No sé por qué, supongo que siempre fui así. Puede ser que simplemente me gusta dar respuestas concisas o simplemente no me gusta hablar mucho, no lo sé.

Cuando llegamos a la parada donde estaba su amigo, todos corrieron a saludarlo. Yo estaba atrás esperando para saludarlo. Cuando terminaron todos de saludarlo él dijo:
- Y supongo que este es el amigo que invitaste, ¿verdad?.
- Si, Te presento a Lucas. Es un curso mayor a nosotros, al igual que tú.
Me estiró la mano y dijo:
- Mucho gusto, soy Tomás, algunos me dicen Tomi. Pero puedes llamarme como gustes.
Cuando vi su rostro no se porque mi cabeza solo pensó “es muy guapo”. Estoy seguro que estuve a punto de decirlo en voz alta. Apreté su mano y le dije
- Soy Lucas y me dicen Lucas
Me sentí tan estúpido e incómodo diciendo eso. Pero él se echó a reír, al igual que todos.

Cuando llegamos al boliche todo estaba repleto de luces y era muy colorido. Había una música que se escuchaba en cada rincón del lugar, al igual que gente gritando y riendo con sus amigos. Rodrigo dijo:
- Nos vamos a dividir en parejas para jugar. Nosotros ya somos pareja.
Tocó el hombro de un amigo, creo que su nombre era Mike
Una amiga de Rodrigo llamada Sophie, dijo:
- Yo quiero ser con Natalia.
Se formó otra pareja.
Eso nos dejó claramente a Tomás y a mi, formando la última pareja y sin oportunidad de objeción.
Nos sentamos en unas mesas con un color azul neón hermoso.
Rodrigo fue con Mike a comprar cosas para comer y beber. Cuando estábamos en la mesa, Tomás me pregunta:
- ¿Y como conociste a Rodrigo?.

Que me hablara me tomó de sorpresa porque creí que no le gustaba hablar, al menos eso tenía entendido por lo que Rodrigo me había dicho.

Le respondí:
- Lo conocí hace un par de años en un recreo el se acercó a mí en la biblioteca. Me preguntó por unos libros de historia, el me preguntó si lo podía ayudar a estuadiar. Y desde ese día empezamos a hablar muy seguido.
- Yo lo conocí de una forma parecida, pero yo estaba en el autobús y el se sentó a mi lado. Me preguntó si conocía a alguien que le pudiera ayudar en historia a lo que le respondí “No”. Deduzco con lo que me acabas de contar que le debe ir pésimo en historia. Después de eso empezamos a conocernos mejor, cada día se sentaba a mi lado en el autobús y hablábamos por un par de minutos. Rodrigo es una persona muy sociable. ¿No crees?.
- Eso creo. ojalá pudiera tener esa habilidad ya que soy lo opuesto a él. Mi único amigo es él.
- Pero, ¿no tienes ni un amigo que sea de tu curso?.
- Tenía, pero cuando era mas pequeño. Con el paso del tiempo deje de tenerlos.
- Que mal. Pero que bueno que tengas a Rodrigo, es un buen tipo.
- Si, además los libros que están en la biblioteca no me hacen sentir tan solo, sabes. Me gusta mucho leer
- Espera. ¿Te gusta lees?
- Si, ¿Por qué?
- A mi me encanta leer también
En eso llega Rodrigo con su amigo y dicen:
¡Ahora si!, ¡QUE COMIENCE EL JUEGO!.

Yo seguía sorprendido con lo que dijo Tomás. nunca había compartido ese gusto por los libros con alguien. Ni si quiera con Rodrigo. Y Tomás no me parecía ser una persona lectora. parece que lo había juzguado mal.

El juego ya estaba por terminar y estabamos en segundo lugar.

El equipo de Rodrigo estaba 85 puntos adelantado. Nuestro equipo tenia 76 puntos. Necesitábamos exactamente una chuza para ganar.
Tomás me dijo:
- Ve tú. hiciste casi todas las chuzas en el juego, hace el ultimo.

Me paré y fui por un bolo.
Lo tiré y…

¡!CHUZA¡¡
Todos gritaron, incluyéndome. Menos Rodrigo con Mike que quedaron en segundo lugar.
Tomás de la emoción, estiró los brazos para abrazarme y celebrar.
Tomás corrió hacia mí totalmente eufórico por la victoria.
Cuando me abrazó sentí un sentimiento extraño. Algo al estómago. Me dolía, pero a la vez, se sentía bien. Nunca había sentido ese sentimiento tan extraño.
Pudo ser todo lo que comí. tal vez la comida me cayó mal al estómago.
Si, seguro fue eso

La noche estaba por terminar y todos se estaban despidiendo, al igual que yo.

Tomás cuando se despidió de mí, me dijo:
- Disfruté mucho hablar contigo y conocerte Lucas. Espero nos volvamos a ver.
- Lo mismo digo Tomás. Cuídate

Rodrigo me dijo:
- Te dije que se iban a llevar bien.
- Es muy agradable.
- Lo és.
- Muchas gracias por la invitación Rodrigo. Me divertí mucho.
- Cuando quieras. Bueno, adiós Lucas, nos vemos mañana en el colegio.
- Adiós.

De camino a casa, me sentí extrañamente extasiado, riendo como loco y con una sonrisa que me llegaba hasta las mejillas.

Cuando llegué a casa, aún no paraba de sonreír. Hasta mi mamá se dio cuenta y me dijo:
- Con que la pasaste bien.
- Si, fue muy divertido.
- Me alegro hijo.
No paré de pensar en el "Boliche 85" y en Tomás, fue muy cálido hablar con él.
No paraba de pensar en en abrazo que nos dimos, no entendía porque sentí eso cuando me abrazó. Supuse que fue la comida.
Digo, ¿que más podría haber sido?.
definitivamente fue la comida...