13. Como un niño

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MINHO.

Jisung me sostuvo la mirada. Su expresión perpleja se fue convirtiendo en una de puro afecto. Me regaló una sonrisa tierna, algunas gotas de agua le resbalaron desde las sienes hasta la barbilla, sus manos se apretaron más a las mías.

---También me gustas.

Mi corazón brincó en mi pecho, amenazando con salir de mi caja toraxica. Tenía dudas sí, pero él me gustaba y mucho. Lo había pensado mucho la noche anterior, en decirle lo que sentía y planear lo que podía pasar en un futuro no muy lejano. Me faltaba un año para terminar la escuela y yo luego podría irme a estudiar a Londres. Me mudaria para el próximo año y seguramente Jisung ya estaría en la universidad, podía postularme para estudiar en la misma o en alguna otra, podía hacer eso por nosotros. ¿Pero él quería eso? Me daba mucho miedo contarselo y que él simplemente no me viera en su futuro. Aún habían cosas por aclarar, cosas que debíamos conocer el uno del otro, pero habría mucho tiempo para eso y yo solo quería aprovechar todo el que me quedara para estar con él.

Rodeé su torso con mis brazos por debajo de agua y Jisung escondió su cara en mi cuello húmedo. No dejaría que mis inseguridades me ganaran esta vez. Sería valiente por él. Estaba vez haría lo correcto.

Le dejé un beso en la coronilla y nos alejamos para seguir disfrutando del agua tibia y el ambiente relajante. Jugamos un rato en el agua, ambos haciendo una guerra de quién le lanzaba más agua al otro entre risas y cuando nos cansamos salimos del agua y escurrimos nuestros cuerpos al aire libre.

Jisung enrrolló su camisa para exprimir el exceso de agua en ella y yo me tomé el atrevimiento de escanear su cuerpo sin ningún disimulo.

Su cuerpo no era bonito, era hermoso.

Se notaba que se esforzaba para cuidarlo y mantenerlo, tenía un abdomen plano apenas marcado, una cintura demasiado pequeña para ser de un hombre, sus brazos torneados eran delgados pero no tanto, sus hombros eran anchos al igual que su espalda. Era simplemente divino. Quería tomarlo y poseerlo, quería hacerle saber que no debía avergonzarse de su cuerpo, que él era más que perfecto, y que tenía una figura enviadable.

Jisung se colocó la camisa blanca húmeda y se quedó así, con los pescadores chorreando agua y descalzo. Por otro lado yo me vestí con la camisa seca que había dejado tirada, mis pantalones igual de empapados. Me acerqué a Jisung le agarré la mano y lo llevé hasta el columpio debajo del árbol que estaba junto al muelle.

---Siéntate---le pedí amablemente.

Jisung soltó una carcajada que se escuchó por todo el espacio verde.

---No soy un niño---refunfuño cruzado de brazos.

¡¿Por qué era tan necio?! Era su cumpleaños, quería que se sintiera bien, que al menos lo disfrutara de alguna manera. Quizás no era igual de cómo podía ser estando en su hogar, pero al menos era algo. Lo había notado triste incluso antes de que tomaramos el desayuno, y aunque exigí que me contara lo que le pasaba, él no quiso hacerlo.

---Yo creo... que sí---bromeé, recordándo que a veces se comportaba como uno.

Jisung me dió un leve manotazo en el brazo y yo me reí entre dientes. Mis manos buscaron su torso y lo guíe hasta hacerlo sentarse en el columpio, mis manos se aguantaron a cada lado de la soga que sostenía la madera, bajé mi rostro con la expresión divertida, pero Jisung notó algo más en él, porque ante mi cercanía, su cuerpo se echó un poco hacia atrás, pero eso no impidió que nuestras narices se rozaran, sentí su respiración caliente y fresca contra mis labios, sus ojos fijos en los míos brillaron con excite. Jisung se mostró atento pero al mismo tiempo vulnerable.

The Language Of Love || Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora