✧ Epílogo ✧

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Taehyung siempre fue callado y tímido, creció en un ambiente familiar lleno de discusiones, gritos y agresiones de todo tipo.

A su corta edad, ya se habían mudado de casa, más de cinco veces, nunca logró tener un vínculo con nadie, los pocos amigos que lograba hacer los perdía en cada viaje.

Llegaron a su nuevo hogar, su hermano llegó dormido, su madre bajo con él en brazos, era abrumador estar en un nuevo lugar al cual llamaría "hogar". No quería aferrarse a nada, sabía que tarde o temprano se iría nuevamente.

Mientras su padre le indicaba a los de la mudanza, dónde colocar las cajas, Taehyung exploró el jardin de aquella casa, estaba todo lleno de hojas y sucio.

Escucho voces provenientes de la casa de al lado, con curiosidad miró y vio a un niño salir corriendo, dejando su juguete tirado.

Caminó hasta el juguete, había tenido carritos antes, pero ese le pareció muy bonito, decidió jugar un rato, pensando que el niño no volvería a salir.

-¡Oye ese carrito es mío!-

Taehyung se sobresaltó, soltó el juguete y con una sonrisa tímida le habló. -Lo siento no sabía, lo encontré tirado-

Iba a irse hacia su casa, pensando que el niño estaba molesto.

-¿Quieres jugar? Tengo otro carrito, podemos jugar a las carreras-

Aquella invitación logró que sonriera genuinamente. -Siiii-

Aquel niño sonrió y entró a su casa. Taehyung se quedó mirando hacia la puerta por dónde se fue hasta que lo vio regresar con uno de color negro que tenia.

-Toma- Le dijo

-Gracias-

Taehyung recibió el juguete, anhelando poder ser amigo de aquel niño tan dulce.

-Me llamo Jungkook ¿Como te llamas tú?-

-Taehyung, pero me puedes decir Tae-

-Me puedes decir Kookie, así me dicen todos-

-Gracias Kookie-

Cuando Taehyung tuvo que irse, mientras escribía la carta de despedida para JungKook, recordó aquel primer encuentro. La forma tan natural en que se hicieron amigos después de aquel día, hizo darse cuenta que JungKook fue su único mejor amigo, el único al que le dolió dejar.

En todas las mudanzas perdió amigos, jamás se imaginó que JungKook iba a dolerle tanto.

El día que se fue, perdió a su amigo y a su primer amor. Intento hacer amistades, pero su padre fue más estricto, su adolescencia fue un caos hasta que la muerte de su progenitor llegó para darle un poco de paz y tranquilidad.

No hubo un solo día en que su mente no le trajera recuerdos de JungKook, anhelaba poder volver a verlo.

Usaba el cabello de color rojo, en honor a ese primer encuentro. A ese carrito rojo.

En la actualidad, se encontraba acostado en la cama, con su vista puesta en el techo, pensativo en todo lo que había sido su vida hasta el presente.

Trabajaba como fotógrafo familiar; en bodas, cumpleaños, graduaciones y todo evento. La felicidad de otros era capturada con su cámara.

Ese día, llegó a casa luego de un evento familiar, el cumpleaños número 3 de una niña. Cansado se ducho, se cambió y se acostó. JungKook no había llegado aún de su trabajo.

Suspiró pesadamente y minutos después se quedó dormido.

Dos horas más tarde, JungKook salía de su trabajo. Ese día en particular salió sonriente, lo habían ascendido al puesto de jefe de diseños gráficos en la empresa en la que trabajaba.

。✧ Sensei ✧。 |•| KookTae (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora