"Debil..."
Skirk se avergüenza cuando escucha a su amo hablar, todavía es muy débil incluso después de todo el tiempo que paso entrenando. Aether habría pensado que el mundo en la superficie la habría hecho mejorar sus habilidades marciales, pero aparentemente, su bonito y encantador rostro avergonzado es lo único que ha ganado.
Si la hubiera entrenado más en serio, tal vez no habría terminado tan lamentablemente tirada en medio del terreno etéreo que conforma el abismo.
Es necesaria una sesión de revisión. Y no será gentil.
Patea su cuerpo haciendola rodar, al ver que todavía está exhausta, adolorida y desplomada en el suelo después de su simple "calentamiento", le ordena que se levante con una mirada mortal. Con esa mirada penetrante viene la amenaza de que si no se pone de pie, la matará a golpes hasta que decida moverse.
"M-Mis diculpas... mi señor... no me esforse lo suficiente." Dice entre respiraciones pesadas mientras se levanta dolorosamente, ignorando los cortes en su cuerpo y sus extremidades paralizadas... Parece haberse ablandado.
Su encantadora y letal sirviente habría intentado buscar una excusa a la situación, pero lo considera demasiado imprudente, incluso para ella. Por ahora le hace el honor de darle una nueva lección'¡No puedo decepcionarlo!' Piensa mientras conjura su lanza abisal.
Aether nota con orgullo la chispa de desafío y fuego que brilla en los ojos de su leal guerrera. Quizás la juzgo demasiado rápido... Y entonces, se le ocurrió una idea. Esto definitivamente la motivará.
"Si logras golpearme una vez, te concederé un deseo". anuncia con su voz tranquila e imperturbable y su expresión tan indescifrable como de costumbre.
¿Eh? Esta es la primera vez que él le habla en un momento tan... casual, la última vez que escuchó su voz, casi pierde la cabeza. ¿Qué tiene en mente?
"U-Usted, ¿Se refiere a... lo que yo quiera?" pregunta, intrigada pero emocionada. Él solo asiente.
Un pequeño polvo rosa cubre sus mejillas. Sus deseos mas profundos comienzan a invadir su cabeza mientras se prepara para el duelo...
✾
Inimaginable, asombroso, increíble. Skirk, ni siquiera en sus sueños más locos y llenos de lujuria, nunca habría delirado por algo tan fantástico sucediera realmente.
Su amo, una de las personas más fuertes que conoce, ahora ella le está chupando obedientemente y sumisamente su polla. Y ella ama absolutamente cada maldito segundo.
En medio del vacío abismal hecho de color imposible y oscuridad sin fondo, sólo pequeños gruñidos y las arcadas perturban el silencio.
El duelo anterior fue increíblemente difícil, las armas chocaron a una velocidad increíble mientras su instinto guerrero funcionaba como nunca antes. Del otro lado, Aether parecía estar tomando una siesta.
Pero su motivación finalmente dio sus frutos. Sorprendiendo a su amo, un movimiento rapido con su lanza rompió su defensa, lo alcanzó y arañó ligeramente su atuendo. Lo ha hecho. Logro golpearlo.Como recompensa, Skirk exigio darle a su amo una mamada. Al momento siguiente, sin quejarse ni dudar, Aether la hizo arrodillarse ante él y ella abrió la boca obedientemente. La facilidad con la que hizo esto le hace pensar que hay muchas posibilidades de que él la haya dejado ganar.
"Mlgh-mmg..." gimió patéticamente chupando su gorda polla, mientras Aether acariciaba posivamente su largo cabello plateado. No parece muy experimentada, pero por Celestia, su lengua, su boca, su garganta, todo en ella es tan... irresistiblemente sexy.
Desde que comenzó a servirle, Skirk nunca ha podido dejar de adorarlo y desearlo de una manera tan pecaminosa y vergonzosa en secreto, y ahora lo tiene para ella sola.
Chupando y tragando, apenas logra no atragantarse y babear mientras él le llena la boca sedosa y la garganta apretada. A pesar de sus dificultades, Aether no duda en empujar su polla aún más hasta el fondo de su garganta.
Los desesperados ruidos de náuseas que hace son tan sexys que Aether no se cansa de ellos. El hecho de que ella tenga el poder de una media diosa, le resulta aun mas embriagador. Esta visión pecaminosa le hace pensar en tenerla toda para él solo, esclavizarla, atarla y encarcelarla, y luego violarla hasta lo más profundo del abismo y hacerla gritar como una puta, como su puta.
Aunque ella este debilitada después de la dura pelea de hace un tiempo, Skirk nunca se había visto tan energica. Sin piedad, le folla la cara a su guerrera, una y otra vez. Sin que ella pudiera resistirse a él. Por ahora en adelante, su garganta maltratada es su juguete y pronto será su vertedero personal.
Luego, con un violento golpe, la penetró hasta el fondo, cada vez más profundamente. Y la mantuvo en su lugar durante un muy largo segundo, impidiéndole respirar y obligándola a darle una increíble garganta profunda. Si pudiera, la mantendría así durante siglo y siglo.
Completamente loco de lujuria, la sacó por completo y luego la volvió a meter sin sentido sin preocuparse por su comodidad, solo buscando su propio placer.
Sin embargo, a medida que pasan los minutos. Su polla en su boca también comienza a actuar de manera inconsistente. Sus embestidas se vuelven erráticas y descuidadas. Él sabe lo que eso significa. Y obviamente, Skirk también. Por propia voluntad, se libera del dominio de las manos de su amo y levanta la cabeza hacia él, con aspecto suplicante y deseoso de obtener su semilla. Quizás ella no sea tan inexperta...
Carajo, verla así, arrodillada sumisamente ante él, con el rostro lloroso, los ojos fijos en los de él, la boca bien abierta y la lengua colgando, rogándole que la cubra con su semen es demasiado. Su esperma caliente y pegajoso brota y salpica todo el rostro de sirviente, profanando su estoico rostro angelical. Sus mejillas, su boca, su frente, su cabello, sus ojos, no escatima ninguna parte de su bonito rostro.
Realmente, ella luce endiabladamente cautivadora así.
Unos segundos más tarde, mientras Skirk apenas recupera el aliento, Aether se levanta y recupera su habitual calma e indescifrable expresión. Se vuelve hacia ella con una mirada amenazadora que parece decir que sus problemas no han llegado al final. La misma mirada cuando le pide que haga un calentamiento de 100 kilómetros a través del abismo. Skirk suspira, adivinando que lo peor está por venir.
"Levántate. Volvemos al entrenamiento". dijo con calma. Como si ella no hubiera perdido ya todas sus fuerzas.
Sin embargo, Skirk se levanta obedientemente. Y, como es natural, van a la segunda sesión de la pelea.
"Como diga mi señor... ¿La misma regla que antes?" Ella pregunta algo timida, mientras invoca su lanza. Aether asiente una vez más.
¿Entonces quieres una segunda ronda? Eso esta bien, yo tambien.
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𝑬𝒏𝒕𝒓𝒆𝒏𝒂𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐 𝑬𝒔𝒑𝒆𝒄𝒊𝒂𝒍 || 𝚂𝚔𝚒𝚛𝚔 𝚡 𝙰𝚎𝚝𝚑𝚎𝚛 ♡⃝
Fiksi Penggemar𝑆𝑢 𝑙𝑒𝑎𝑙 𝑦 𝑞𝑢𝑒𝑟𝑖𝑑𝑎 𝑚𝑎𝑛𝑜 𝑑𝑒𝑟𝑒𝑐𝘩𝑎