No es como piensas.

Capítulo único.

—A las ocho, capitán —el agente Carter se despide y se retira con elegancia e indiferencia justo por donde entró.

Dugan y los demás le echan un vistazo curioso. Se fue tan pronto como vino, una lástima.

Steve ignora paulatinamente los latidos acelerados de su corazón mientras el color rojo poco a poco se va desvaneciendo de su vista. Es la primera vez en su vida (sin contar a Bucky) que un alfa coquetea con él y su mente ha quedado tan blanca como los lienzos en los que suele pintar.

Ella es preciosa, por supuesto, no se limita a ello, también es inteligente, decidida y segura de sí misma. Es todo lo que esperarías de un buen alfa. Cualquier omega en el mundo desearía ser cortejado por ella. Sin embargo, Steve tiene un alfa o al menos... solía tener uno.

Bucky y él se unieron una noche estrellada después de aclarar sus dudas como un alfa y un omega, pero el cuerpo de Steve era enfermizo y el apareamiento no fue satisfactorio; no hubo mordida, ni vinculo, no podían correr el riesgo de que Steve no pudiese soportarlo.

A partir de entonces, su 'relación' estuvo marcada por el interés mutuo pero desde que Bucky regresó de la fábrica ha estado distante y Steve no tiene ni la más remota idea de que en punto se encuentra su relación, si es que todavía existe una.

—Sí, madam, la veo allá —responde Steve con calma a pesar de la ligera incomodidad que siente por dentro.

Por el rabillo del ojo estudia a Bucky en busca de algunos puños apretados, ceños fruncidos o un olor particularmente marcado que demuestre su molestia. Sin embargo, Bucky simplemente se mantiene de pie mirando el pasillo del pub durante unos escasos segundos y luego dice, con un tono casi bromista y desinteresado:

—Soy invisible, ya me convertí en ti, es una pesadilla.

Oh.

Steve se ríe levemente del comentario aunque está más decepcionado que divertido. Irónicamente, aunque las palabras de Bucky pueden resultar mezquinas es lo "más Bucky" que ha obtenido desde que lo rescató en Krausberg.

—No te angusties, tal vez tengo una amiga —comenta Steve en el mismo tono para continuar con el juego, no está seguro de haberlo logrado. Le palmea el hombro a Bucky y este nunca lo mira.

El estómago de Steve se revuelve.

¿Bucky ni siquiera desea echarle un vistazo? Hablaron con tranquilidad sobre el regreso a la guerra pero ahora que Peggy Carter vino a avisar sobre un prototipo que Howard quiere probar es como si el pequeño avance que hicieron desde que se reunieron se hubiera hecho añicos y están devuelta en el punto inicial donde apenas se lanzan miradas, o donde la conversación es incomoda porque no pueden relajar la tensión en sus hombros.

Steve regresa al asiento lo más rápido que puede y casi se cae en el proceso. Sirve un poco del licor que Bucky estaba bebiendo. El doctor Erskine dijo que hay una posibilidad de que Steve no pueda emborracharse, esta noche le gustaría probar si eso es cierto.

Steve apenas ha probado un poco del licor cuando Bucky se sienta a su lado en completo silencio, su olor no revela ningún sentimiento positivo o negativo que pudiese estar sintiendo. Se limita a retomar el vaso que estaba bebiendo y lo deja en blanco de golpe. El rostro de Bucky se contrae por el escozor que le deja su pequeña travesura.

Los dedos de Steve se enroscan en el vaso y apega el borde en sus labios. Si usa una excusa para librarse de la reunión, no cree que Dugan, Gabe, Morita y los demás se sientan ofendidos de que su nuevo capitán se ausente temprano.

Bucky se aclara la garganta.

—Una amiga, ¿eh? —la voz de Bucky es rasposa, probablemente por el licor.