001

191 12 1
                                    

"River, mi buen amigo,
esta campaña volveremos a estar contigo,
te alentaremos de corazón
esta es tu hinchada que te quiere ver campeón"

Ya estaban saliendo los jugadores a la cancha, nos ubicamos lo más rápido que pudimos y prestamos atención al campo de juego. De vez en cuando agarraba la mano de mi sobrino para moverla mientras él se reía.

_Tío Nico

Noah agarró mi cara con sus manitas y me giró para donde estaban los jugadores, ahí estaba él, el chico que hace un tiempo atrás había sido el causante de mis risas y buen humor.

Con Nicolás fuimos pareja durante un tiempo, aproximadamente unos 5 años, cuando él tenía 20 y yo 19. Yo conocía a su familia y él también por eso Noah lo reconoció.

Él y yo terminamos bien, por así decirlo. Al principio de la separación ambos nos buscábamos y terminábamos en la casa de alguno para garchar, y después cada cual a su casa.

Seguíamos hablando cada tanto, se podía decir que ahora somos amigos.

Mi sobrino le gritaba a Nicolás como si fuera a escucharlo, yo aproveché y le saqué una foto para subirla, y etiquetarlo.

Cuando guardé el celular pude notar como se sentaban unos chicos de mi lado, pero no le di mucha bola.

El árbitro pitó el final del primer tiempo. Con Támara decidimos ir al baño, y comprar algunas cosas. Alcé a Noah y nos fuimos.

_Cuando termine el partido vamos a saludar a Nico, sabes. -aviso-

Mi amiga me miró no muy convencida, pero terminó aceptando. Ella nunca le había cerrado del todo mi relación con Nicolás.

Yo agarré el celular mientras esperaba con Noah a que mi amiga salga del baño. Cuando levanté la vista ví a mi amiga que venía con una sonrisa, pero cuando me vio se le borró.

_Boluda, ¿Y Noah?

Mi cara parecía que había visto un fantasma, lpm.

Empecé a mirar para todos lados y no lo veía, el susto y los nervios se apoderaron de mi cuerpo.

¿Dónde está?

Salí corriendo de ahí y busqué por todos lados, la gente que me cruzaba me miraba como diciendo: "¿Y ésta loca?"

_NOAH

Grité pero no hubo rastro.

¿Dónde se metió?

Mi hermano me mata, no puedo ser tan estúpida loco. Una cosa tenía que hacer bien, una.

Las lágrimas empezaron a caer por mis mejillas mientras yo seguía corriendo como loca.

Me frené en seco cuando ví a un chico medio alto, morocho, de unos veinte y pico de edad, no más de eso, y tenía agarrado de su mano a Noah.

Ellos venían hacia mi, Noah con una sonrisa y el chico con una cara neutral.

_Noah, mi amor

Lo abracé con todas mis fuerzas, como si de eso dependiera mi vida. En realidad si, mi hermano me hubiera arrancado la cabeza.

Levanté mi vista hasta el chico, pude ver sus ojos, bastantes lindo por cierto.

_Muchas grac..-me interrumpió-

_La próxima dejá de usar el celular y prestale atención a tu hijo.

Pero, ¿Cómo sabía que yo estaba con el celular?

Cábala || Felipe Otaño Donde viven las historias. Descúbrelo ahora