LA CHALGUEIRA Y EL TRASGU

Luchando contra cuélebres

Resumen de lo anterior:

Tras morir su tío abuelo Tomás, Carolina hereda de él un trasgu niño "Xuanín" y también una misión: descubrir tesoros y rescatar cautivas. Para poder hacerlo, debe trasladarse al mundo mágico de Asturias, vivir aventuras y peligros y conocer seres mitológicos.
Durante su viaje va descubriendo además cosas sobre si misma y sobre su peculiar familia. Como por ejemplo que tiene una gran valentía, poderes mágicos y que es pariente de las xanas.

En este capítulo Carolina, contratada ya como Chalgueira oficial de la empresa "Tesoros de Somiedo y del resto de Asturias S. L.", está a punto de enfrentarse por primera vez con dos cuélebres cuando descubre que su jefe "el bosgoxu" , un ser muy desagradable, es en realidad el padre que la abandonó siendo un bebé.
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ÚLTIMO CAPÍTULO: LUCHANDO CONTRA CUÉLEBRES

Nos despedimos en la encrucijada justo antes de llegar a las farolas y que alguien pudiese descubrirnos.
Caminaba delante, con Xuanín agarrado de mi mano y el bosgoxu detrás a varios metros de distancia.
Durante todo el camino sentía un dolor en el alma. Una inmensa tristeza. Por fin en el puzle de mi vida empezaban a encajar todas las piezas, pero nada era como yo esperaba y no sabía que sentir por aquella extraña bestia que caminaba tras de mí parloteando sin cesar.
Todo encajaba con lo que yo sabía: El mejor amigo de mi tío Tomás, rubio , guapo que se llamaba Antón como el Xano y había desaparecido hacía veinticinco años en un accidente de montaña sin que se encontrara su cuerpo. " Si eres sobrina de Tomás entonces eres de la familia" me había dicho Diana y también "Entras y sales cuando quieres del mundo fantástico porque en realidad perteneces a dos mundos" ¡No necesitaba mirar su nombre en la tarjeta!

―Carolina―me dijo―ahora que vas a ocupar el puesto de tu tío podrías también hacerte cargo de las tareas que él realizaba. Comprarme las medicinas y los materiales de limpieza y traerlos a mi cabaña. ¡No te pediré que limpies mi casa, ni me hagas las curas, pero al menos tráeme las cosas!

―¿Eso está incluido entre las funciones de chalgueira? ― le pregunté con retintín.

―No, por supuesto. Eso sería un favor

―Pues entonces no ¿Por qué tendría que hacerle yo a usted ningún favor?

―¡Tengo tiña y sarna, me pica todo el cuerpo! ¡Ya has visto como me cae el pelo a puñados! Desde que se acabaron los últimos productos que pudo traerme el pobre Tomás, no tengo con qué curarme __parecía suplicar.

―¿Y por qué no se lo trae su hermana la xana?

―No quiere

―Seguro que tiene sus motivos

―Pues sí, si que los tiene ―dijo serio

―Pues yo también los tengo ―contesté seca.

―Si. Tú tienes más.

Calló durante un rato pero luego se atrevió a continuar :

―Y bueno ¿lo harás o no? No digo que me lo traigas mañana, que tendrás mucho que hacer ¿ pero el sábado? De todas formas tendrías que venir igual a trabajar. Podrías traer las medicinas.

―Lo pensaré ―le contesté para que se callara ―¡No podía soportarlo!

En cuanto se hizo el silencio un lobo se atravesó en el camino. Abracé a Xuanín. El bosgoxu lanzó un gruñido fuerte y el lobo se fue espantado. No le di las gracias.

Al despedirnos me dijo:

―¡Tened mucho cuidado y recuerda Carolina, en la tarjeta está mi número de teléfono por si lo necesitaras! Lo harás muy bien, seguro ¡Tu puedes con todo. Eres como Tomás. Lo llevas en la sangre! ¡Mañana será tu gran día!